L D (EFE) En una entrevista con la televisión británica ITV, durante la que abogó por "incrementar" la presión sobre Irán, Blair dijo que "es completamente equivocado, una vergüenza de hecho, utilizar a la gente de esa forma", en relación con las imágenes de los soldados emitidas por la televisión iraní. Además de las imágenes, la televisión oficial iraní Al-Alam emitió este miércoles una entrevista con Faye Turney, la única mujer del grupo, en la que ésta reconoce que habían penetrado en aguas de Irán. El Reino Unido mantiene que los soldados estaban patrullando en aguas territoriales iraquíes cuando fueron detenidos.
En la entrevista, Blair aseguró que no estaba "interesado en una confrontación" con Irán, pero insistió en que el Reino Unido incrementará la presión si el régimen de Teherán no libera a los militares, ocho marinos y siete infantes de Marina. "No hay otra alternativa que su puesta en libertad y cuanto más tarde en producirse, más presión se ejercerá", afirmó el jefe del Gobierno de Londres. "Vamos a aumentar la presión, no sólo en la ONU y la Unión Europea, sino que vamos a ver qué otras medidas son necesarias para hacerles entender que (lo ocurrido) no es sólo simplemente equivocado, sino que va derivar en más tensión, así que lo prudente es resolverlo ahora", añadió.
Blair indicó que lo que hay que hacer es explicar a los iraníes, "muy pacientemente", lo que es necesario que se haga y, al mismo tiempo, tratar de que sean "completamente conscientes" de que hay "otras medidas" que podrían adoptarse "si no están preparados para ser razonables". "Lo que no puedes hacer es terminar negociando sobre rehenes, terminar diciendo que hay algún tipo de 'quid pro quo'. Eso no es razonable", añadió.
Tras recibir el apoyo expreso de la Unión Europea, el Gobierno británico espera que el Consejo de Seguridad de la ONU condene la captura de los uniformados y exija su liberación inmediata. Irán ha endurecido su tono en las últimas horas al suspender indefinidamente la anunciada liberación de la militar Faye Turner, la única mujer del grupo detenido, e insistir en que Londres debe pedir disculpas
La detención de los militares coincide con un momento de gran tensión entre Irán y la comunidad internacional, sobre todo Estados Unidos y el Reino Unido, por el polémico programa nuclear iraní. Londres y Teherán tuvieron una disputa similar en el 2004, cuando el Gobierno persa detuvo durante tres días a ocho militares británicos acusados de penetrar ilegalmente en aguas jurisdiccionales de Irán en el Golfo Pérsico.
En la entrevista, Blair aseguró que no estaba "interesado en una confrontación" con Irán, pero insistió en que el Reino Unido incrementará la presión si el régimen de Teherán no libera a los militares, ocho marinos y siete infantes de Marina. "No hay otra alternativa que su puesta en libertad y cuanto más tarde en producirse, más presión se ejercerá", afirmó el jefe del Gobierno de Londres. "Vamos a aumentar la presión, no sólo en la ONU y la Unión Europea, sino que vamos a ver qué otras medidas son necesarias para hacerles entender que (lo ocurrido) no es sólo simplemente equivocado, sino que va derivar en más tensión, así que lo prudente es resolverlo ahora", añadió.
Blair indicó que lo que hay que hacer es explicar a los iraníes, "muy pacientemente", lo que es necesario que se haga y, al mismo tiempo, tratar de que sean "completamente conscientes" de que hay "otras medidas" que podrían adoptarse "si no están preparados para ser razonables". "Lo que no puedes hacer es terminar negociando sobre rehenes, terminar diciendo que hay algún tipo de 'quid pro quo'. Eso no es razonable", añadió.
Tras recibir el apoyo expreso de la Unión Europea, el Gobierno británico espera que el Consejo de Seguridad de la ONU condene la captura de los uniformados y exija su liberación inmediata. Irán ha endurecido su tono en las últimas horas al suspender indefinidamente la anunciada liberación de la militar Faye Turner, la única mujer del grupo detenido, e insistir en que Londres debe pedir disculpas
La detención de los militares coincide con un momento de gran tensión entre Irán y la comunidad internacional, sobre todo Estados Unidos y el Reino Unido, por el polémico programa nuclear iraní. Londres y Teherán tuvieron una disputa similar en el 2004, cuando el Gobierno persa detuvo durante tres días a ocho militares británicos acusados de penetrar ilegalmente en aguas jurisdiccionales de Irán en el Golfo Pérsico.