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BIOGRAFÍA: Un "hombre tranquilo" en un liderazgo turbulento

Iain Duncan Smith, destituido como líder de los conservadores británicos, llegó a ese cargo desde su pasado militar presumiendo de ser un "hombre tranquilo", pero sus dos años como jefe de la oposición no han dejado de ser turbulentos. Aburrido, soso y sin carisma, la caída de Duncan Smith es mejor noticia para los conservadores que para los laboristas, que lo consideraban un auténtico "chollo" para sus opciones de revalidar la mayoría absoluta en las elecciones de 2005

L D (EFE) Este escocés católico, de 49 años, casado y padre de cuatro hijos rubicundos, durante sus dos años de mandato ha sido blanco de constantes bromas por sus meteduras de pata, causa de ridículo para sus correligionarios y alborozo para sus oponentes.

La última: afirmar la víspera de su derrota que ganaría la moción de confianza y, también, las próximas elecciones, por lo que en su portada de este miércoles el diario "Daily Mirror" lo retrataba como a Mohamed Saed al-Sahaf, el ministro de Información de Irak que, cuando Bagdad estaba a punto de caer, sostenía que las tropas aliadas estaban rodeadas.

El mandato de Duncan Smith en el Partido Conservador empezó el 13 de septiembre de 2001, cuando, siendo portavoz de Defensa de los "tories", ganó con holgura unas elecciones internas con más del 20 por ciento de ventaja sobre Kenneth Clarke. Quienes lo acusan de ser "gafe" no dejan de comentar ahora que su llegada al frente del partido se vio cargada de mala suerte, pues esos comicios, además de celebrarse un día 13, debieron retrasarse ante los graves atentados del 11 de septiembre.

Duncan Smith ganó abanderando el euroescepticismo –ante el europeísmo de su oponente Clarke–, la fuerza de la libra esterlina y su pasado como heredero político de Margaret Thatcher (1979-90), caída también tras un motín interno del Partido Conservador. Pero aunque la "dama de hierro" lo elogió públicamente, Duncan Smith no ha demostrado en estos dos años capacidad de liderazgo. Según sus críticos, tampoco lo hizo cuando sirvió en la Guardia Escocesa en Irlanda del Norte y Rodesia y que abandonó en 1981 con el rango de capitán sin signos de heredar el carácter de su padre, piloto condecorado en la Segunda Guerra Mundial.

A los 27 años, Duncan trabajó siete años en una empresa dedicada a la venta de armas y después otros cuatro años en distintas compañías antes de quedarse en el paro y dedicarse a la política. En 1992 fue elegido diputado por Chingford (afueras de Londres). Durante la siguiente década, a Duncan Smith no le caracterizó precisamente la lealtad a su jefe de filas, el primer ministro John Mayor (1990-1997), pues en varias ocasiones votó contra el Tratado de Maastricht y contra cualquier intento de acercar más el Reino Unido a Europa.

El euroescepticismo, y también el derechismo, han marcado sus dos años como líder conservador, en los que ha vilipendiado al primer ministro, Tony Blair, por apoyar el proyecto de Constitución europea y oponerse a convocar un referéndum en el Reino Unido sobre la carta magna de la UE. En estos últimos meses, Duncan Smith tampoco pudo aprovecharse del descontento de la población británica con la invasión de Irak, que hizo caer en picado la popularidad de Blair, pues él mismo apoyó la decisión de enviar soldados británicos a la guerra.

Aunque está considerado un hombre decente, sus detractores han aprovechado en los últimos tiempos para cargar en su contra por contratar como secretaria a su esposa Betsy Fremantle con fondos públicos del Parlamento y hacer un trabajo que, según sus críticos, no realizó. Su escaso liderazgo y su mucha debilidad han sido obvias y al final no pudo superar la moción de confianza, por un margen de 90 votos en contra y 75 a su favor. En cualquier caso, sus dos años al frente del Partido Conservador, frente a un líder laborista fuerte y brillante, han pasado, en el mejor de los casos, sin pena ni gloria.

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