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Berlusconi vuelve al Gobierno por tercera vez tras derrotar claramente al centro izquierda

El líder conservador, Silvio Berlusconi, ganó hoy, por tercera vez, las elecciones generales celebradas en Italia al lograr la mayoría absoluta tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, donde no entrará la izquierda comunista, por primera vez en la historia de la República. Los primeros resultados oficiales y las proyecciones de voto del Instituto Consortium para la televisión pública RAI otorgan al magnate de la televisión privada, de 71 años, una clara victoria, que se apresuró a reconocer públicamente su principal rival de centro izquierda Walter Veltroni.

L D (EFE) Berlusconi pasó la jornada electoral en su casa de Arcore (Milán, norte), con su familia y colaboradores más íntimos y a la espera de su primera rueda de prensa, prevista para este martes a las 15.00 horas en Roma, sus primeras palabras, por teléfono a un programa de la televisión pública RAI, fueron subrayar su victoria y mostrarse abierto a un "diálogo con la oposición".

Berlusconi aseguró que ya tiene en la mente cuál será su gobierno, que durará los cinco años de la legislatura y que del mismo formarán parte doce personas, entre ellas al menos cuatro mujeres. Subrayó que los próximo cinco años (lo que dura la legislatura) serán duros pero decisivos para la modernización del país y se mostró abierto al diálogo con la futura oposición, la que representa el Partido Democrático de Walter Veltroni. Aseguró que uno de los primeros problemas que intentará resolver es la situación de Alitalia, cuya venta a los franceses se opone.

Según los últimos datos facilitados por el Instituto Consortium, el Pueblo de la Libertad, la lista de Berlusconi, que acudió a los comicios junto a la Liga Norte y el sureño Movimiento por la Autonomía, aventaja en 7,5 puntos en la Cámara de Diputados al Partido Demócrata (PD), de Veltroni, de 52 años, que se presentó junto con "Italia de los Valores", del ex juez anticorrupción Antonio Di Pietro.

Escrutado oficialmente el 92 por ciento, esa diferencia, según el Ministerio de Interior, era de 8,9 puntos, lo que traducido a porcentajes equivale al 46,6 por ciento para los conservadores y el 37,3 por ciento para la izquierda. Les siguen la lista de la democristiana UDC, de Pierferdinando Casini, antiguo aliado de Berlusconi, que logra el 5,5 por ciento, seguida de la Izquerda-Aro Iris, el cartel electoral de los partidos comunistas italianos y los verdes, con el 3,0 por ciento.

En el Senado, escrutado el 98 por ciento de los votos, la diferencia era del 9,25 por ciento, según el Ministerio de Interior. Berlusconi logra el 47,26 por ciento y Veltroni el 38,01 por ciento. La UDC consigue el 5,6 por ciento e Izquierda Arco Iris, el 3,2 por ciento. Con esos datos, los conservadores logran la mayoría absoluta en la Cámara (340 diputados), frente al centro izquierda que consigue 241 escaños.

El resto de actas (la Cámara baja cuenta con 630, de las que 12 las eligen los italianos en el extranjero) irán a la lista democristiana UDC de Pierferdinando Casini, siempre según las proyecciones, confirmadas por los datos oficiales parciales.

La ley electoral italiana establece para la Cámara de Diputados que la lista o partido más votado se lleva la mayoría absoluta (al menos el 55 por ciento) y que para acceder al hemiciclo los partidos que acudan en solitario -caso de UDC e Izquierda Arco Iris- tienen que lograr un mínimo del 4 por ciento de los votos. De ahí que la izquierda comunista y ecologista, por primera vez en la historia del Parlamento italiano quede fuera.

En el Senado, las proyecciones realizadas por Consortium, atribuyen a los conservadores 167 escaños y al centro izquierda, 137. La UDC lograría dos escaños, mientras que la Izquierda Arco Iris no logrará representación, al quedarse en el 3,4 por ciento de los votos. Al no alcanzar el mínimo exigido por la ley (el 8 por ciento de los votos), quedará fuera de la Cámara Alta.

Ante esta debacle, el cabeza de la lista Izquierda-Arco Iris, el comunista Fausto Bertinotti, anunció su dimisión, al reconocer que se trata de una "derrota neta, de proporciones imprevistas". También dimitió el líder socialista Enrico Boselli, cuyo partido quedó barrido en estas elecciones

Walter Veltroni reconoció a media tarde el triunfo de Berlusconi, al que llamó por teléfono y expresó sus deseos de "buen trabajo". El líder el Partido Demócrata, formación que se presentaba por primera vez a unas generales, destacó que el resultado obtenido es "muy importante" y recordó que las diferencias con el Pueblo de la Libertad era los pasados meses de 22 puntos, que se "han ido recuperando progresivamente". Veltroni reiteró la "plena disposición" de su formación a afrontar de manera inmediata las reformas institucionales que necesita el país", entre ellas la ley electoral.

Además del descalabro comunista, el otro dato destacable es la subida espectacular de la Liga Norte, el partido federalista de Umberto Bossi, aliado de Berlusconi. La Liga ha sacado, según los dato provisionales, el 9,3 por ciento de los votos en la Cámara de Diputados y el 8,2 por ciento en el Senado, lo que, según los observadores, la colocan en posición de fuerza ante Berlusconi.

Bossi lo primero que ha dicho es que quieren el federalismo, aunque matizó que su aliado no será "su rehén". Entre sus prioridades, Bossi citó "poner fin al centralismo" de Roma. Casini felicitó a Berlusconi, pero ya anunció que no le va a apoyar.

En estas elecciones la participación ha sido ligeramente más baja que en las anteriores elecciones, del 80,4 por ciento, tres puntos menos que en los comicios de 2006.

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