L D (EFE) El juez milanés Fabio Paparella ha tomado esa decisión al término de la audiencia preliminar, que comenzó el 28 de octubre, en la que tenía que decidir si procedía o no una apertura de juicio oral contra Berlusconi.
La Fiscalía de la ciudad solicitó el 26 de abril de 2005 que se sometiera a juicio a Berlusconi y otros trece directivos de la empresa por delitos que van desde el fraude fiscal hasta la falsedad en balance así como apropiación indebida y el blanqueo de dinero en relación a la compra venta de derechos televisivos. De los trece imputados por el fiscal, el juez ha aceptado la apertura de juicio de once.
El origen del caso Mediaset es la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte de Mediaset, por un valor de 470 millones de euros, en torno a la cual fue creado un entramado de transacciones en las que supuestamente participaron empresas registradas en paraísos fiscales al servicio de Berlusconi.
La fiscalía sospecha que en la operación se aumentó de forma artificial el precio real de los derechos, se desvió a cuentas en el extranjero cerca de 280 millones de euros y se eludió al fisco el equivalente a unos 170 millones de euros entre 1994 y 1996. Tras conocerse la decisión judicial de hoy Francesco Giro, diputado de Forza Italia, el partido de Berlusconi, ha criticado duramente al magistrado. "La decisión de la apertura de juicio estaba ya escrita y no está basada en prueba alguna, lo que da una vez más la medida del furor judicial contra Silvio Berlusconi", dijo Giro.
La Fiscalía de la ciudad solicitó el 26 de abril de 2005 que se sometiera a juicio a Berlusconi y otros trece directivos de la empresa por delitos que van desde el fraude fiscal hasta la falsedad en balance así como apropiación indebida y el blanqueo de dinero en relación a la compra venta de derechos televisivos. De los trece imputados por el fiscal, el juez ha aceptado la apertura de juicio de once.
El origen del caso Mediaset es la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte de Mediaset, por un valor de 470 millones de euros, en torno a la cual fue creado un entramado de transacciones en las que supuestamente participaron empresas registradas en paraísos fiscales al servicio de Berlusconi.
La fiscalía sospecha que en la operación se aumentó de forma artificial el precio real de los derechos, se desvió a cuentas en el extranjero cerca de 280 millones de euros y se eludió al fisco el equivalente a unos 170 millones de euros entre 1994 y 1996. Tras conocerse la decisión judicial de hoy Francesco Giro, diputado de Forza Italia, el partido de Berlusconi, ha criticado duramente al magistrado. "La decisión de la apertura de juicio estaba ya escrita y no está basada en prueba alguna, lo que da una vez más la medida del furor judicial contra Silvio Berlusconi", dijo Giro.