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Berlusconi se desmaya tras sufrir un lipotimia mientras pronunciaba un discurso en Montecatini

El líder de la oposición conservadora italiana, Silvio Berlusconi, se ha desmayado por una "lipotimia muy breve", mientras daba un discurso en la localidad de Montecatini, aunque finalmente ha abandonado por su pie el palacio de los deportes donde se celebraba el acto. Su médico Umberto Scapagnini ha declarado a los periodistas que "se ha tratado de una lipotimia muy breve, una pérdida del conocimiento que ha durado unos segundos, debido a un fuerte cansancio, junto al gran calor". Se ha tratado "de un malestar pasajero, tanto que ni siquiera ha hecho falta hacerle un electrocardiograma", ha indicado el médico, que es además alcalde de Catania.

L D (EFE) El ex primer ministro italiana pronunciaba un discurso en el congreso del "Círculo de los Jóvenes", cuando hizo gestos de sentirse mal lo que provocó la inmediata subida al palco de Scapagnini y de los guardaespaldas para evitar que cayera al suelo. En un momento de su intervención, transmitida por algunos canales de televisión, y cuando hablaba de la "herencia política", Berlusconi comenzó a expresarse con fatiga y dijo: "ahora, perdonad la emoción", tras lo que empezó a desplomarse, mientras se agarraba con fuerza al atril.

Berlusconi fue llevado en volandas a una habitación preparada detrás del escenario para ser atendido por los médicos donde, según el doctor, fue tumbado, "recuperó enseguida el conocimiento" y la tensión arterial volvió "a valores normales", por lo que se "ha sido un episodio insignificante". Una hora después, Berlusconi salió por su propio pie, mientras saludaba a la multitud que se había arremolinado fuera, y partió en en coche para ser trasladado a su casa de Arcore (noreste) en helicóptero, indico su portavoz, Paolo Bonaiuti.

El ex subsecretario de Medioambiente Roberto Tortoli, presente en el acto señaló que Berlusconi estaba tomando antibióticos y que cuando llegó al lugar del discurso "había dicho que sentía calor y tenía sed". Bonaiuti contó que se dieron cuenta de que el líder conservador se estaba recuperando cuando "se puso a bromear" con el cardiólogo que le atendía, que lleva una larga barba entrecana, y al verle exclamó: "¡ay Dios, Bin Laden!".

El primer ministro italiano, Romano Prodi, tras conocer la indisposición de Berlusconi, le dirigió un mensaje en el que se mostró "muy preocupado por lo sucedido hoy, mientras hablabas con tu habitual empuje a los jóvenes de tu partido. Estoy seguro que se ha tratado de un pequeño problema y te deseo una rápida recuperación".


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