L D (Europa Press) Tras una intensa jornada de trabajo, durante la que se reunió con el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, y con la presidenta de la Patronal de empresarios del país, Emma Marcegaglia, Berlusconi se concedió una breve pausa recreativa en el teatro romano "Quirino", a donde acudió para asistir a una representación artística.
Conversando con algunos de los presentes, el "premier" italiano se lamentó de su situación, subrayando que en las últimas ocho semanas no se ha tomado "ni un solo día de reposo" y, en tono de broma, aseguró que no le gusta su trabajo e incluso le da "asco". "Estoy desesperado", añadió sonriendo.
En cuanto a la caída de confianza y popularidad que habría sufrido su Gobierno en base a los últimos sondeos publicados por la prensa italiana, aseguró que la verdad es "todo lo contrario" y que sigue manteniendo el 65% del consenso ciudadano y no el 52%, que es la cifra publicada por los medios.