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Berlusconi es acusado de pagar testimonios falsos en dos procesos judiciales

La Fiscalía de Milán pidió este viernes la apertura de un juicio al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y al abogado británico David Mills, por la acusación de corrupción en acto judicial. La petición se enmarca en una investigación por el supuesto pago de 580.000 euros de Berlusconi a Mills a cambio de un falso testimonio en dos procesos judiciales contra el actual jefe del Ejecutivo italiano en 1997 y 1998. Berlusconi, en una entrevista televisada, ha dicho, tras estas acusaciones, que la magistratura italiana es "una enfermedad de nuestra democracia". 

L D (EFE) La decisión de pedir el envío a juicio del primer ministro se produce un mes antes de la celebración de elecciones generales en Italia, lo que amenaza con crispar aún más el ya revuelto clima político. La Fiscalía milanesa ha pedido el enjuiciamiento de Mills por corrupción, pero no por falso testimonio, al considerar que ese delito está prescrito, según medios locales.
 
El juez Fabio Paparella deberá fijar ahora una audiencia preliminar, para decidir si da curso a la petición de la Fiscalía de iniciar un proceso. La investigación por pagos ilegales forma parte de una más amplia sobre la compraventa de los derechos de televisión por el grupo Mediaset, propiedad de Berlusconi.
 
Mills declaró en noviembre de 1997 en el proceso por el pago de comisiones a funcionarios del Ministerio de Finanzas a cambio de un trato fiscal favorable para la financiera Fininvest, de Berlusconi, juicio en el que el entonces líder de la oposición conservadora fue exculpado. Un año más tarde, el abogado británico fue interrogado por la Fiscalía de Milán en la investigación por el caso de la empresa All Iberian sobre la supuesta falsificación de balances para financiar ilegalmente a varios partidos políticos. Tanto Berlusconi como Mills han negado siempre las acusaciones y el primer ministro indicó el pasado lunes en un programa de televisión que se trataba de "una historia inventada".
 
Mills es muy conocido en el Reino Unido ya que está casado con la actual ministra de Cultura, Tessa Jowell, además de ser abogado de diferentes empresas multinacionales. Jowell anunció el pasado día 4 la separación temporal de su marido, después de que el caso italiano ocupara las primeras páginas de los periódicos británicos.
 
En una entrevista con Canale5, el primer ministro se refirió a la petición de la Fiscalía de Milán de pedir su envío a juicio por un caso de pagos ilegales al abogado británico David Mills, y arremetió contra la actual magistratura italiana, a la que definió como "una enfermedad de nuestra democracia".

Berlusconi, que durante la actual legislatura ha mantenido serias diferencias con la Asociación Nacional de Magistrados, opinó que los jueces están al servicio de la oposición. "La izquierda intentó, en los cinco años en los que gobernó, eliminar al líder de la oposición usando a los magistrados, que forman parte de ese bloque político", dijo. La dimisión de Storace y la petición de procesamiento han complicado la campaña electoral del primer ministro, que en las elecciones del 9 y 10 de abril se enfrentará al líder del centroizquierda Romano Prodi.

 
Silvio Berlusconi, anunció además que asumirá provisionalmente la cartera de Sanidad tras la dimisión de Francesco Storace, que este viernes renunció al cargo a raíz del escándalo provocado por una oscura trama de espionaje político. Berlusconi confirmó su intención de hacerse cargo de forma provisional de esa cartera y se mostró "seguro" de que Storace no tiene nada que ver con "negocios de ese tipo".

El jefe del Ejecutivo se refirió así al caso de espionaje, conocido esta semana, que afectó a dos de los contrincantes de Storace en las elecciones de la región romana del Lazio el año pasado, Alessandra Mussolini –nieta del Duce– y Piero Marrazzo. Según la prensa italiana, el objetivo de los detectives privados que seguían a ambos eran "manchar" la reputación de los candidatos en beneficios de Storace, que pese a todo perdió las elecciones.

Aunque calificó de "calumnias" las acusaciones, el ministro de Sanidad decidió renunciar a su cargo y justificó su decisión con el argumento de evitar la manipulación por parte de la oposición en plena campaña para las elecciones generales del próximo abril. Berlusconi insistió en que es "imposible" que Storace, de la derechista Alianza Nacional –partido que forma parte de la coalición de Gobierno–, esté implicado en el asunto.

 
 

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