L D (EFE) "Esta vez no habrá sorpresas. Hoy dimito y voy a ver al jefe del Estado", dijo Silvio Berlusconi a los periodistas a la entrada del Senado, minutos antes de subir a la tribuna para hacer oficial el anuncio. Así Berlusconi puso fin al Gobierno más duradero en Italia desde la Segunda Guerra Mundial, puesto que ha estado en ejercicio algo más de tres años y diez meses.
El líder conservador anticipó así lo que ya se intuía, en especial después de que ayer, martes, la amenaza de los cinco ministros de Alianza Nacional de dimitir, que se une a la ya formalizada de los cuatro de la democristiana UDC. Ya en la tribuna del Senado, Berlusconi confirmó su decisión de dimitir y se ofreció a encabezar otro Ejecutivo, ya que dice contar con el apoyo de los socios del centroderecha.
Justificó su renuncia en los resultados de los comicios regionales del 3 y 4 de abril, que supusieron una fuerte derrota de su coalición ante la oposición progresista. "He entendido esa señal y pretendo dar una respuesta", afirmó Berlusconi, quien reconoció que su Ejecutivo "ha entrado en crisis", aunque apuntó que "son los electores los que deben decidir y nadie ha percibido un cambio en la mayoría" que gobierna Italia.
Aseguró que todas las fuerzas que integran el bloque de centroderecha le han pedido que "dé vida" a un nuevo Gabinete presidido por él y añadió que "acepto ese desafío. Superaremos las dificultades". Manifestó que cree en la estabilidad y que tiene la intención de relanzar y dar cohesión a su coalición para llegar hasta el final de la legislatura, previsto para mayo de 2006.
Al final de su breve intervención Berlusconi dijo que ha convocado inmediatamente al Consejo de Ministros en el mismo recinto del Senado para dar a conocer la renuncia y luego acudirá a ver a Ciampi. El jefe del Estado tiene ahora que abrir un período de consultas entre las diversas fuerzas políticas para encargar la formación de un nuevo Gabinete. Si Berlusconi tiene el respaldo de sus socios de coalición Ciampi podría volver a encargarle la formación de un nuevo Gabinete, lo que evitaría la celebración de elecciones anticipadas.