L D (EFE) Berlusconi, que hizo estas declaraciones al regreso a su despacho tras un paseo a pie por una conocida calle de anticuarios del centro de Roma, subrayó que hay que respetar la voluntad de los electores, "que es la de que la actual mayoría de centroderecha siga gobernando".
El primer ministro presidió este viernes una larga reunión en Palazzo Chigi, sede del Ejecutivo, con todos sus socios, excepto la democristiana UDC, que decidió abandonar el Gabinete aunque con la garantía de mantener el apoyo parlamentario. Ese encuentro al máximo nivel se ha interrumpido hacia las 19.30 hora local para que el subsecretario de la Presidencia, Gianni Letta, acudiera al palacio del Quirinale a informar de la situación al presidente de la república. Al terminar la reunión, Berlusconi respondió que está meditando la decisión que adoptará tras el plante de la UDC y la salida del Gobierno del vicepresidente, tres ministros, un viceministro y cinco subsecretarios, sin descartar ninguna salida. En breves declaraciones a los periodistas, a los que dijo que "no os liberaréis fácilmente de mí", señaló que "hará lo que considere mejor para el bien del país", después de haber planteado el jueves a sus socios un simple retoque de las carteras ministeriales y del programa.
En su primera comparecencia ante la prensa tras haber aprobado el abandono del Gobierno, el líder de la UDC y hasta ahora vicepresidente, Marco Follini, dijo que su apoyo desde fuera al Ejecutivo lo llevarán a cabo "de forma convencida, sin condicionamientos ni pactos de poder". No obstante, su principal objetivo sigue siendo que Berlusconi acceda a formar un nuevo Gabinete con un programa de mínimos para el año que resta de legislatura, en respuesta al descalabro sufrido por la alianza de centroderecha en las recientes elecciones regionales. Follini pidió al primer ministro que aproveche la oportunidad para relanzar un pacto de confianza con los ciudadanos, y precisó que su partido "no podía hacer como que no pasaba nada y dejar las cosas como están, porque eso no ayudaría ni a la coalición, ni al país".
El primer ministro presidió este viernes una larga reunión en Palazzo Chigi, sede del Ejecutivo, con todos sus socios, excepto la democristiana UDC, que decidió abandonar el Gabinete aunque con la garantía de mantener el apoyo parlamentario. Ese encuentro al máximo nivel se ha interrumpido hacia las 19.30 hora local para que el subsecretario de la Presidencia, Gianni Letta, acudiera al palacio del Quirinale a informar de la situación al presidente de la república. Al terminar la reunión, Berlusconi respondió que está meditando la decisión que adoptará tras el plante de la UDC y la salida del Gobierno del vicepresidente, tres ministros, un viceministro y cinco subsecretarios, sin descartar ninguna salida. En breves declaraciones a los periodistas, a los que dijo que "no os liberaréis fácilmente de mí", señaló que "hará lo que considere mejor para el bien del país", después de haber planteado el jueves a sus socios un simple retoque de las carteras ministeriales y del programa.
En su primera comparecencia ante la prensa tras haber aprobado el abandono del Gobierno, el líder de la UDC y hasta ahora vicepresidente, Marco Follini, dijo que su apoyo desde fuera al Ejecutivo lo llevarán a cabo "de forma convencida, sin condicionamientos ni pactos de poder". No obstante, su principal objetivo sigue siendo que Berlusconi acceda a formar un nuevo Gabinete con un programa de mínimos para el año que resta de legislatura, en respuesta al descalabro sufrido por la alianza de centroderecha en las recientes elecciones regionales. Follini pidió al primer ministro que aproveche la oportunidad para relanzar un pacto de confianza con los ciudadanos, y precisó que su partido "no podía hacer como que no pasaba nada y dejar las cosas como están, porque eso no ayudaría ni a la coalición, ni al país".