LD (Agencias) Silvio Berlusconi compareció ante el tribunal de Milán que le juzga por un presunto soborno a magistrados para bloquear en los años ochenta la venta de la compañía alimentaria pública SME al empresario rival Carlo de Benedetti. Después de diferentes ausencias y aplazamientos, que han llevado al tribunal a procesarle por separado y fijar para él un calendario específico, Berlusconi se presentó en el juzgado para exponer su punto de vista sobre el caso, bajo la fórmula jurídica de las "declaraciones espontáneas", que le permiten hablar sin ser interrogado por la fiscalía.
En su intervención, el primer ministro acusó a De Benedetti de haber pagado una comisión ilegal a la Democracia Cristiana para ver favorecida su posición en relación con la compra de SME. Para ello sacó a relucir una carta del ex ministro socialista Francesco Forte, quien sostiene que el antiguo líder del PSI, Bettino Craxi le contó que De Benedetti había dado dinero a la DC antes de las elecciones de 1983. Acusó a De Benedetti de mentir en su contra, lo mismo que la principal testigo de cargo en este proceso, Stefania Ariosto, ex compañera sentimental de Vittorio Dotti, abogado de Berlusconi y jefe de los diputados de Forza Italia, quien en 1996 reveló una trama para comprar jueces con dinero de Berlusconi.
El dirigente conservador manifestó que "no sé cómo ha nacido este proceso, ni qué prueba existe ni qué acusación. Sólo está la fantasía de quién ha inventado este teorema" y agregó que sólo ha servido "para echar toneladas de fango sobre mí", con el consiguiente efecto negativo para la imagen de Italia. Refutó las acusaciones basadas en la presunta falsedad en balance de Fininvest, de las que se derivarían los pagos a magistrados para paralizar la venta de SME a De Benedetti y pidió a los integrantes del tribunal milanés que citen como testigos a los quince magistrados que en años precedentes se han ocupado del caso.
En su intervención, el primer ministro acusó a De Benedetti de haber pagado una comisión ilegal a la Democracia Cristiana para ver favorecida su posición en relación con la compra de SME. Para ello sacó a relucir una carta del ex ministro socialista Francesco Forte, quien sostiene que el antiguo líder del PSI, Bettino Craxi le contó que De Benedetti había dado dinero a la DC antes de las elecciones de 1983. Acusó a De Benedetti de mentir en su contra, lo mismo que la principal testigo de cargo en este proceso, Stefania Ariosto, ex compañera sentimental de Vittorio Dotti, abogado de Berlusconi y jefe de los diputados de Forza Italia, quien en 1996 reveló una trama para comprar jueces con dinero de Berlusconi.
El dirigente conservador manifestó que "no sé cómo ha nacido este proceso, ni qué prueba existe ni qué acusación. Sólo está la fantasía de quién ha inventado este teorema" y agregó que sólo ha servido "para echar toneladas de fango sobre mí", con el consiguiente efecto negativo para la imagen de Italia. Refutó las acusaciones basadas en la presunta falsedad en balance de Fininvest, de las que se derivarían los pagos a magistrados para paralizar la venta de SME a De Benedetti y pidió a los integrantes del tribunal milanés que citen como testigos a los quince magistrados que en años precedentes se han ocupado del caso.