(Libertad Digital) En declaraciones a La mañana de La COPE, el director del Grupo de Estudios Estratégicos aseguró este lunes que Hugo Chávez "necesitaba un contrato" con una potencia occidental "con el que poder seguir jugando su baza de caudillo regional y salir del aislamiento". Según Rafael Bardají, el acuerdo "es un balón de oxígeno" para el Gobierno de Chávez, y denunció que, "pese a que Zapatero diga que son pacíficas", sobre las naves se "montarán armas de diverso tipo que las harán muy ofensivas".
Respecto a la tecnología estadounidense que podrían contener dichos aparatos, Bardají señaló que "afecta a dos aviones", por lo que "la capacidad de veto es muy limitada". "España vende sólo plataformas sobre las que se puede montar lo que quiera", criticó Bardají, quien denunció que "el mercado de armamento es muy abierto". "Estamos vendiendo carcasas y Chávez comprará lo que sea conveniente", lamentó.
El director del GEES señaló que el contrato no sólo tendrá consecuencias negativas para la política exterior española, sino también para la industria de nuestro país, en la que se escudó José Bono para justificar el acuerdo. Bardají explicó que con esta venta se "van a poner en peligro un contrato mucho mayor". El experto relató que la empresa encargada de fabricar los aviones tiene una oferta para vender al Ejército de Tierra de EEUU cuarenta aparatos, lo que, "a tenor de los signos americanos", "se va a poner en peligro" por la amistad con Chávez. "El aspecto político es muy relevante", recordó Bardají, quien denunció que "poner en peligro un contrato de 40 aviones por doce no es responder a los intereses de la industria privada". Los aviones españoles, según explicó, "compiten con otras tecnologías similares", como la italiana o la canadiense, con lo que este "intento de crear un eje alternativo" a la política exterior del ex presidente José María Aznar.