LD (EFE) En una entrevista con un canal de televisión de Dubai, el presidente sirio, Bachar al Asad, ha manifestado su oposición al despliegue de tropas multinacionales en la frontera entre Líbano y Siria. El mandatario consideró el envío como una "acción hostil" y "una flagrante violación de la soberanía de Líbano".
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha condicionado el levantamiento del embargo aéreo y marítimo que su país impone a Líbano al despliegue de una fuerza multinacional en la frontera sirio-libanesa, al parecer para impedir la posible llegada de armas a Hezbolá. Siria es considerado junto a Irán el principal apoyo de los terroristas chiíes. Damasco y Teherán dicen claramente que apoyan a Hamas, Yihad Islámica y Hezbolá, pero insisten en que ese apoyo es únicamente político y moral.
En el terreno, las cadenas de televisión árabes Al-Yazira y Al-Arabiya han informado que un soldado israelí murió y otros tres resultaron heridos en la explosión de una mina en un área del sur del Líbano. Sus corresponsales indican que el artefacto estalló al paso de un vehículo de combate en el que se trasladaban los militares en el sur libanés.