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Aznar se muestra abierto a un consenso en Bruselas pero rechaza las "amenazas"

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, alertó este viernes de que el consenso sobre la futura Constitución europea no puede lograrse mediante "amenazas" y reiteró su disposición al acuerdo, aunque explicó que sigue sin recibir ninguna alternativa por parte de la presidencia italiana. El reparto de poder y el sistema de votación sigue siendo el principal tema de las negociaciones en la cumbre de Bruselas.

L D (EFE) En una conferencia de prensa tras la primera sesión del Consejo Europeo de Bruselas, Aznar reiteró que los intereses españoles son tan legítimos y europeos como los de cualquier otro socio.
 
El presidente añadió que desconoce si será preciso aplazar la decisión sobre la forma de votación en el Consejo al año 2009, porque es algo que no depende sólo de él.
 
El jefe del Ejecutivo español señaló que está dispuesto a estudiar todas las fórmulas que se puedan plantear, aunque hasta el momento no ha recibido ninguna, y subrayó que los intereses generales europeos deben ser compatibles con los de cada socio comunitario. Al respecto, hizo hincapié en que el interés nacional español es "tan legítimo como los demás". A su juicio, "se trata de encontrar una fórmula de compromiso razonable que permita que los intereses legítimos de todos sean respetados", y, para ello, "hace falta crear el mejor ambiente posible, y no ambientes de hostilidad ni basados en ningún tipo de amenazas".
 
Todos los intereses defendidos en Bruselas son "legítimos"
 
En clara alusión a quienes habían criticado en los últimos días a Aznar por oponerse al textual de la Constitución, Aznar les reprochó: "No sé en que artículo del testamento de Adán está escrito que cuando uno defiende un interés, es interés europeo, y cuando otros defiende un interés, es un interés egoísta", añadió. Por tanto, insistió en que todos los intereses que se defienden en la capital belga son "absolutamente legítimos y europeos", salvo que alguien demuestre "que el testamento de Adán dice lo contrario", un extremo que cree que será difícil demostrar.
 
La solución al problema mediante el aplazamiento de la decisión sobre la forma de votación en el Consejo aseguró Aznar que no depende sólo de él. Añadió que hay que ver si todos están dispuestos a acercar posiciones y dijo que a ello no contribuye el que algunos digan que sus tesis son "irrenunciables", porque entonces nunca se llegará a una conclusión. Tras insistir en que él no ha participado aún en ningún "confesionario" en Bruselas (en referencia a la posible ronda de consultas con la presidencia italiana), se mostró convencido de que habrá numerosas conversaciones en las próximas horas y hay que afrontarlas con "voluntad constructiva".
 
Sobre la posición de los otros países
 
En cuanto a la posición del Reino Unido, Aznar emplazó a preguntar por ella a los representantes de ese país, aunque recordó que las autoridades británicas han expuesto que comprenden y pueden vivir perfectamente con las posiciones que mantiene España. Preguntado por el hecho de que él no estuviera presente en la reunión mantenida antes de iniciarse el Consejo Europeo por el presidente francés, Jacques Chirac, y los jefes de Gobierno del Reino Unido y Alemania, Tony Blair y Gerhard Schroeder, señaló que cada uno puede entrevistarse con quien considere oportuno y es "absolutamente normal".
 
Aznar explicó que la reunión mantenida este viernes por la mañana por el Consejo Europeo "no ha podido ser más tranquila" y dijo que "ojalá lo fueran todas", en alusión a las previsibles diferencias de criterio en los debates sobre la Constitución europea, que se han iniciado este viernes por la tarde. También informó del resultado de la primera sesión de la Cumbre y expresó su satisfacción por haberse aprobado la denominada Acción para el crecimiento y la puesta en marcha inmediata de los proyectos transeuropeos en materia de infraestructuras, entre los que figuran varios de interés especial para España.
 
Aznar rechazó ligar lo que se negocia en esta Cumbre con la decisión del Ecofin de no sancionar a Francia y Alemania por no cumplir el Pacto de Estabilidad comunitario y dijo que él no desea criticar a nadie porque "todo el mundo sabe quién cumple y quién no ese pacto".

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