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Aznar, primer dirigente occidental que se entrevistará con Gadafi tras el fin de las sanciones

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, viaja a Trípoli para entrevistarse con el líder libio, Muamar el Gadafi. La visita oficial se produce días después de que la ONU levantara las sanciones impuestas a Libia desde 1992 como consecuencia del atentado terrorista contra un avión de la Pan-Am que sobrevolaba la localidad escocesa de Lockerbie.

L D (Agencias) Aznar llegará este miércoles a Trípoli y mantendrá una reunión, seguida de una cena, con el coronel Gadafi, con el que se entrevistará también al día siguiente en su residencia de Bab el Aziziya después de una entrevista con su homólogo libio, Shukri Ghanem. Esta será la primera ocasión en que un presidente de Gobierno español viaja a Libia y la segunda vez que Aznar y Gadafi mantendrán una reunión, después de la que celebraron en El Cairo en el año 2000 con motivo de la Cumbre Unión Europea-África.

La entrevista responde a una invitación del líder libio, un país que sigue en la lista del Departamento de Estado de EEUU como nación que ampara el terrorismo. Sin embargo, fuentes del Gobierno español subrayan que Libia ha hecho patente su voluntad de aparecer de forma creciente como un país que rechaza el terrorismo y respeta la legalidad internacional respecto a la proliferación de armas de destrucción masiva. Además, las mismas fuentes destacaron que el régimen de Gadafi ofreció ayuda humanitaria a Washington tras los atentados terroristas sufridos por este país el 11 de septiembre de 2001 y coopera con el Comité antiterrorista de la ONU, que en la actualidad preside España.

Cuestión inevitable en la entrevista será la actual situación en Irak y el proceso de paz de Oriente Próximo, asunto este último en el que Gadafi tiene una visión crítica del proceso de paz israelo-palestino. Aznar tiene intención de impulsar también las relaciones comerciales entre España y Libia, muy limitadas actualmente y que se fundamentan en importaciones de productos petrolíferos. Según los últimos datos oficiales, España importó de Libia por valor de 1.900 millones de euros en 2001, mientras que las exportaciones a ese país sólo fueron de cien millones de euros. Además, para fomentar las inversiones en Libia, empresarios españoles mantendrán una serie de reuniones en Trípoli con el fin de conocer las posibilidades de incrementarlas.

Aznar tiene intención de abordar también con Gadafi la lucha contra la inmigración ilegal, ya que Libia es considerada como un país de tránsito para las personas que son utilizadas por las mafias de tráfico de personas. Objeto de la entrevista serán también las relaciones de la UE con Libia, que son muy limitadas, como lo demuestra el hecho de que se trata del único país de la ribera sur del Mediterráneo que no tiene ningún acuerdo con los Quince.

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