(Libertad Digital) La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, viajará a Damasco en los próximos días para entrevistarse con su homólogo sirio, Faruk al Shara. El encuentro se produce en medio de una lluvia de críticas de EEUU al régimen de Damasco. Palacio aprovechará la visita, en un principio programada para abordar la ayuda humanitaria que destinará España, para "hablar muy claramente". Palacio ha hecho hincapié en que las relaciones bilaterales entre Madrid y Damasco son "muy buenas". Por su parte, el secretario de Estado, Colin Powell, negó que haya una lista de países a los que EEUU quiera atacar militarmente para derrocar a sus Gobiernos, aunque reiteró la preocupación por las políticas que siguen países como Siria e Irán. "No hay una lista, no hay tampoco un plan de guerra ahora mismo para atacar a alguien más con el propósito de derrocar a sus dirigentes o con el propósito de imponer valores democráticos", dijo Powell en una conferencia de prensa con periodistas extranjeros. Las amenazas de sanciones no son gratuitas. Las fuerzas de la coalición han cerrado un oleoducto que comunica Siria con Irak, según declaró este martes el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld.
Mientras, el Gobierno sirio rechazó este martes las amenazas y acusaciones "sin fundamento" vertidas por algunos responsables estadounidenses contra Siria en los últimos días, subrayando que Israel está detrás de ellas, según informó la agencia oficial SANA. "El consejo de ministros condena el lenguaje amenazador y las acusaciones sin fundamento proferidas por ciertos responsables estadounidenses contra Siria con el fin de golpear su posición de firmeza, influir sobre sus decisiones y posiciones y sobre su compromiso en favor de la legitimidad internacional", señala la agencia. "El consejo rechaza estas acusaciones y alegaciones inexactas que responden a las peticiones de Israel y que sirven a sus objetivos e intenciones expansionistas", añade SANA, dando cuenta de la reunión
semanal del Gobierno sirio.
Por su parte, el presidente del Gobierno, José María Aznar, ha celebrado una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Polonia, Leszek Miller, en la que ha declarado que “Siria no es un objetivo militar”, y ha achacado esa impresión a lo que calificó de un “furor desatado” con respecto a Siria “que no se corresponde ni con los deseos ni con la realidad”, según explicó. Ese “furor”, dijo con aspereza, se debe a la “gente” que desea “que se abra un conflicto armado con Siria, a lo mejor porque no saben vivir sin conflicto”, en clara referencia a los líderes de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares. “He hablado varias veces y mantengo una buena relación con el presidente de Siria (Bachar al Assad), y lo voy a volver a hacer hoy o mañana, en cuanto pueda”, dijo Aznar, para subrayar que su objetivo es que “se activen todos los elementos de cooperación para que la estabilidad en la zona sea un hecho, y no un objetivo de futuro”.
“No se trata de presionar ni de impresionar, sino de hablar”, reiteró Aznar, quien señaló a continuación que “la prioridad es Oriente Medio, poner en marcha su estabilidad y el proceso de paz entre Israel y Palestina”. Según el presidente, “es muy importante la colaboración de todos en este sentido, y que el nuevo primer ministro de Palestina, Abu Mazen, pueda poner en marcha sus proyectos” sin obstáculos, porque “cuanto más avancemos en el terreno de la relación pacífica entre Israel y Palestina, las cosas mejorarán”. Con respecto a su conversación con Bachar al Assad, Aznar fue preguntado sobre si el presidente de EEUU, George Bush, le había pedido algo en concreto, a lo que contestó que “la cuestión es buscar la estabilidad, no pedir ninguna cuestión concreta”, con el objetivo de que “todos aporten responsablemente lo que tengan que hacer en la lucha contra el terrorismo y a favor de la paz y la estabilidad en la zona”.
Mientras, el Gobierno sirio rechazó este martes las amenazas y acusaciones "sin fundamento" vertidas por algunos responsables estadounidenses contra Siria en los últimos días, subrayando que Israel está detrás de ellas, según informó la agencia oficial SANA. "El consejo de ministros condena el lenguaje amenazador y las acusaciones sin fundamento proferidas por ciertos responsables estadounidenses contra Siria con el fin de golpear su posición de firmeza, influir sobre sus decisiones y posiciones y sobre su compromiso en favor de la legitimidad internacional", señala la agencia. "El consejo rechaza estas acusaciones y alegaciones inexactas que responden a las peticiones de Israel y que sirven a sus objetivos e intenciones expansionistas", añade SANA, dando cuenta de la reunión
semanal del Gobierno sirio.
Por su parte, el presidente del Gobierno, José María Aznar, ha celebrado una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Polonia, Leszek Miller, en la que ha declarado que “Siria no es un objetivo militar”, y ha achacado esa impresión a lo que calificó de un “furor desatado” con respecto a Siria “que no se corresponde ni con los deseos ni con la realidad”, según explicó. Ese “furor”, dijo con aspereza, se debe a la “gente” que desea “que se abra un conflicto armado con Siria, a lo mejor porque no saben vivir sin conflicto”, en clara referencia a los líderes de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares. “He hablado varias veces y mantengo una buena relación con el presidente de Siria (Bachar al Assad), y lo voy a volver a hacer hoy o mañana, en cuanto pueda”, dijo Aznar, para subrayar que su objetivo es que “se activen todos los elementos de cooperación para que la estabilidad en la zona sea un hecho, y no un objetivo de futuro”.
“No se trata de presionar ni de impresionar, sino de hablar”, reiteró Aznar, quien señaló a continuación que “la prioridad es Oriente Medio, poner en marcha su estabilidad y el proceso de paz entre Israel y Palestina”. Según el presidente, “es muy importante la colaboración de todos en este sentido, y que el nuevo primer ministro de Palestina, Abu Mazen, pueda poner en marcha sus proyectos” sin obstáculos, porque “cuanto más avancemos en el terreno de la relación pacífica entre Israel y Palestina, las cosas mejorarán”. Con respecto a su conversación con Bachar al Assad, Aznar fue preguntado sobre si el presidente de EEUU, George Bush, le había pedido algo en concreto, a lo que contestó que “la cuestión es buscar la estabilidad, no pedir ninguna cuestión concreta”, con el objetivo de que “todos aporten responsablemente lo que tengan que hacer en la lucha contra el terrorismo y a favor de la paz y la estabilidad en la zona”.