Aznar dice que los pobres de Latinoamérica no necesitan "ideologías" sino oportunidades

Aznar se volcó en elogios al Presidente de Brasil, que lleva apenas diez meses en el cargo. Está "en el camino acertado"; "ha demostrado coraje y claridad de ideas"; "su esfuerzo ha servido para consolidar la confianza y el futuro"; merece "nuestro más sincero reconocimiento y elogio", fueron algunas de los piropos de Aznar para Lula, un político de origen radical de izquierdas. Sus principales objetivos son acabar con el hambre que padecen 55 millones de brasileños, que suponen casi la tercera parte del país, luchar contra la exclusión social y redistribuir la riqueza, hasta ahora concentrada en una minoría.

En vísperas de la llegada de Aznar, el Gobierno de Lula anunció que Brasil está presto a reanudar el crecimiento, una vez recuperada la estabilidad económica. La crisis comenzó en 2000 en Brasil y alcanzó niveles preocupantes en 2002 ante el inminente triunfo electoral de Lula, cuyo pasado radical y sindicalista, así como la orientación socialista de su Partido de los Trabajadores (PT), provocó zozobras. En el mismo anuncio, el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, que es el principal piloto de la economía brasileña, llamó a las inversiones nacionales y extranjeras alegando que son necesarias en Brasil para reactivar la producción, disminuir el desempleo y reactivar el consumo.

En el discurso en el foro UE-Mercosur, Aznar se mostró en desacuerdo con que la globalización y la economía de mercado hayan sido culpables de la crisis en América Latina y particularmente, de la Argentina. Sostuvo que América Latina en los años 90 creció un 3,4 por ciento contra 1,2 por ciento en los 80; aumentó las exportaciones a un promedio del 10 por ciento anual, el doble que en la década anterior; disminuyó la pobreza del 41 por ciento al 35 por ciento de la población y recibió inversiones directas por casi 180.000 millones de dólares de 1990 a 2003."Los pobres de América Latina no necesitan ideologías, sino acceso a la propiedad privada, oportunidades y posibilidades de prosperidad", argumentó Aznar.

El presidente español se manifestó contra el populismo, el retorno a la autarquía, la sustitución de importaciones, la nacionalización, el gasto publico descontrolado y la emisión libre de moneda porque "los errores de los gobiernos loa terminan pagando los ciudadanos". America Latina debe seguir comprometida con la estabilidad económica y la libertad de mercado y la apertura al exterior, recomendó Aznar.