LD (EFE) El primer ministro australiano, John Howard, defendió los planes de su Gobierno de establecer una nueva zona de seguridad marítima de 1.852 kilómetros para evitar posibles ataques terroristas. Ese plan tendrá un coste de 3,2 millones de dólares y comenzará a funcionar en marzo de 2005 y obligará a identificarse a todas las embarcaciones y personas que entren en ese área.
Howard explicó que los responsables de las naves tendrán que enseñar a las autoridades marítimas toda la documentación de la nave, su carga, procedencia y destino, así como todos los datos de los tripulantes. También reveló que su Gobierno tiene previsto crear un nuevo mando central de seguridad que agrupe a la Marina, el Ejército y los servicios de Aduana para reforzar la vigilancia de los puertos costeros.
El Gobierno australiano también reforzará con un incremento de patrullas la vigilancia de las instalaciones de ultramar cerca de las costas noroccidentales del país como parte de su lucha antiterrorista.