Colabora

Aumenta la amenaza terrorista yihadista en Argelia después de que los salafistas se hayan unido a Al Qaeda

Las autoridades argelinas reconocen que la eliminación de los últimos flecos del terrorismo islamista será una tarea difícil, después de haberse confirmado la filiación del grupo salafista con la banda terrorista Al Qaeda de Osama Bin Laden. Así lo han indicado los comentaristas de la radio argelina al hacerse eco de las divisiones existentes en el seno de los terroristas argelinos, entre partidarios de la paz y los que entienden proseguir la "guerra santa". El pasado día 11, el "número dos" de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, precisó en unas declaraciones difundidas por el canal de televisión qatarí Al Yazira, que el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) formaba parte de la red terrorista de Bin Laden. Este hecho supone que los terroristas no van a acogerse a las medidas de amnistía de la Carta de la Paz y la Reconciliación del presidente Abdelaziz Buteflika

L D (EFE) Los salafistas ya lo habían anunciado previamente, pero los servicios de seguridad argelinos no estaban seguros de que la noticia se correspondiera con la realidad, como señaló en su día la prensa de Argel. La radicalización del grupo salafista supone, salvo sorpresas, que sus terroristas no van a acogerse a las medidas de amnistía contenidas en la llamada Carta de la Paz y la Reconciliación, una iniciativa personal del presidente Abdelaziz Buteflika.

El período de vigencia de la Carta expiró a finales de agosto, pero tal y como dijo el ministro del Interior argelino, Yazid Zerhuni, si después de esa fecha los terroristas siguen rindiéndose "no les vamos a decir que se vuelvan a la montaña". El grupo salafista cuenta todavía con varios centenares de adictos divididos en comandos bien estructurados, y su principal base de acción sigue siendo la montañosa Cabilia, aunque también se ha detectado su presencia más al este del país. Las relaciones entre esta banda terrorista y Al Qaeda datan del principio de la crisis argelina, en 1992, cuando Bin Laden se encontraba en Sudán, donde recibió a uno de los "emires" o cabecillas regionales de los salafistas, Mojtar Bin Mojtar.

Los informes de los servicios de seguridad argelinos aparecidos desde entonces en el diario El Watan, conocido por sus fuentes militares, indicaban que Bin Mojtar, alias "El tuerto", recibió el encargo de Bin Laden de establecerse en las regiones saharianas para crear una estructura en éstas y el Sahel. En 1998 la policía argelina detuvo en Tizi-Uzu, capital de la Gran Cabilia, a un emisario de Bin Laden en cuyo poder se hallaron instrucciones de éste para el entonces cabecilla nacional del GSPC, Hasán Hatab.

En septiembre de 2002 Argel reveló haber dado muerte en la localidad de Batna, al este del país, a un terrorista de origen yemení llamado Abdelwahid Ahmed Alwan, de 37 años, al que Bin Laden había confiado la misión de evaluar las fuerzas del grupo salafista argelino. La agencia oficial de prensa argelina APS señaló entonces que este individuo tenía también el encargo de distribuir una parte de las fuerzas del GSPC entre el Sáhara y el Sahel, donde se consideraba que serían menos vulnerables.

Se añadía que durante el gobierno de los talibanes en Afganistán, Alwan fue uno de los responsables de la instalación en ese país de voluntarios magrebíes procedentes de Argelia, Marruecos, Túnez y Libia, así como de Egipto. Los salafistas han sufrido en sus filas divisiones y arreglos de cuentas desde que Hatab reunificará en el seno de la banda a varios comandos del Grupo Islámico Armado (GIA), una banda que se considera prácticamente extinta. Hatab fue desbancado en septiembre de 2003 por el terrorista Nabil Sahraui, alias "Abú Ibrahim Mustafá", abatido por el Ejército en junio del año siguiente, en una operación que tuvo como escenario la localidad de El Kseur, a unos 260 kms. al este de Argel.

Sahraui "internacionalizó" el GSPC al incluir en sus filas a quince terroristas libios y tunecinos que se habían entrenado en la localidad afgana de Kandahar, según las informaciones ofrecidas por el diario El Watan. Desde la muerte de este personaje, el grupo salafista está dirigido por Abdelmalek Durkdal, alias "Abdeluadud abú Mosab", que ha rechazado insistentemente la oferta gubernamental de amnistía. Durkdal ha proseguido la internacionalización del grupo salafista entrenando a un número indeterminado de tunecinos, y en opinión del diario El Jabar, las dos tareas principales que le ha encomendado Bin Laden son cometer atentados en Francia y ver la posibilidad de montar en Túnez un frente integrista.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario