L D (EFE) Aunque en un principio las autoridades atribuyeron el atentado a un terrorista suicida, el gobernador de Kusadasi explicó posteriormente que esta posibilidad "está prácticamente descartada" tras la identificación de los fallecidos. Otras 12 personas resultaron heridas, entre ellas cuatro británicas.
La explosión del artefacto en un minibús en la mañana de este sábado en la turística ciudad de Kusadasi (provincia de Aydin), en la costa del mar Egeo, causó cuatro muertos y catorce heridos, según informaron las autoridades locales, aunque uno de los afectados, una mujer británica, falleció poco después en el hospital. Además, varios de los heridos se encuentran en estado crítico, por lo que no se descarta que puedan producirse más fallecimientos en las próximas horas.
La agencia de noticias Anatolia aseguró que quedan cuatro heridos en estado muy grave, todos ellos de nacionalidad británica. Entre los heridos críticos, cuya vida "corre un serio peligro", según los facultativos, hay un adolescente de dieciséis años de edad.
El gobernador de la provincia señaló, en un comunicado de prensa, que la explosión, según el análisis preliminar, parece provocada "por un paquete, aunque seguimos comprobando la posibilidad de que fuera cometida por un suicida".
El primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, hizo un comunicado público en el que lamentaba lo sucedido y acusaba, implícitamente, a grupos terroristas de estar detrás de la explosión. "El terrorismo es un fenómeno que no tiene religión, raza o país. Nuestras fuerzas de seguridad toman todas las medidas necesarias pero, se haga lo que se haga, no se puede obtener un resultado al cien por cien, nadie en el mundo puede", comentó Erdogan