L D (EFE) Entrevistado el lunes en el palacio presidencial de Puerto Príncipe, Aristide recordó que "Haití ha tenido 32 golpes de estado".
"El resultado es lo que tenemos ahora: una transición de la miseria a la pobreza", añadió. "No necesitamos pasar de un golpe de estado a otro golpe de estado, sino de un presidente elegido a otro presidente elegido". Las protestas contra el gobierno de Aristide han dejado en las últimas semanas decenas de muertos en todo el país caribeño.
"Yo dejaré mi puesto el 7 de febrero de 2006", dijo Aristide al diario neoyorquino. "Mi responsabilidad es, precisamente, impedir que haya un baño de sangre, y lo que ahora hacemos es impedirlo". El presidente de Haití instó a los grupos de oposición a que abandonen las armas y propuso que se inicie un diálogo político que conduzca a nuevas elecciones parlamentarias lo más pronto posible.
"Ha llegado el momento para que pongamos fin a la violencia y para que llevemos a la práctica la propuesta del Caricom para celebrar elecciones", añadió en una referencia al plan presentado por la Comunidad Caribeña para aumentar la confianza entre el gobierno y sus adversarios. La violencia política ha estremecido a Haití desde 2000, cuando la disputa sobre las elecciones parlamentarias condujo al boicot por parte de los partidos opositores de los comicios presidenciales de ese mismo año.
"El resultado es lo que tenemos ahora: una transición de la miseria a la pobreza", añadió. "No necesitamos pasar de un golpe de estado a otro golpe de estado, sino de un presidente elegido a otro presidente elegido". Las protestas contra el gobierno de Aristide han dejado en las últimas semanas decenas de muertos en todo el país caribeño.
"Yo dejaré mi puesto el 7 de febrero de 2006", dijo Aristide al diario neoyorquino. "Mi responsabilidad es, precisamente, impedir que haya un baño de sangre, y lo que ahora hacemos es impedirlo". El presidente de Haití instó a los grupos de oposición a que abandonen las armas y propuso que se inicie un diálogo político que conduzca a nuevas elecciones parlamentarias lo más pronto posible.
"Ha llegado el momento para que pongamos fin a la violencia y para que llevemos a la práctica la propuesta del Caricom para celebrar elecciones", añadió en una referencia al plan presentado por la Comunidad Caribeña para aumentar la confianza entre el gobierno y sus adversarios. La violencia política ha estremecido a Haití desde 2000, cuando la disputa sobre las elecciones parlamentarias condujo al boicot por parte de los partidos opositores de los comicios presidenciales de ese mismo año.