L D (EFE) "Esta amenaza debe ser tomada en serio por los gobiernos y la opinión pública de Europa. Nada de esto ni puede ni debe ser un elemento de controversia política; es una cuestión vital y esencial para nuestro futuro", asegura el portavoz de Exteriores. De Arístegui discrepa de quienes creyeron que la retirada de las tropas de Irak evitaría nuevos atentados terroristas en España y lo justifica en los presuntos "yihadistas" detenidos en España en los últimos meses.
A su entender, Ceuta y Melilla se han convertido en "un laboratorio" para los islamistas radicales donde "experimentar todas sus teorías de reconquista de territorio que ellos consideran debe volver al dominio del Islam", como el antiguo Al-Andalus. En este sentido, desvela que ciertas organizaciones radicales guardan un registro de todas las propiedades que sus miembros adquieren en España.
"Muchos de ellos insisten en la necesidad de proceder al escalonado control de ciertos barrios, para después dominar pueblos, ciudades y regiones, la táctica del pie en el umbral, pues una vez dentro, ya no volverán a salir", relata. El diputado del PP precisa que los defensores de la "yihad" no tienen "nada que ver" con el Islam, por lo que aconseja no hacer generalizaciones. De Arístegui apunta que "los moderados son las primeras víctimas" del fanatismo islamista, aunque entiende que "sería deseable" que aquellos y sus líderes "se comprometieran más seria e intensamente" contra los extremistas.
También se refiere a la propuesta de la Alianza de Civilizaciones hecha en su día por el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero. Esta iniciativa, opina De Arístegui, busca "el apaciguamiento de los más radicales, ignorando a la aplastante mayoría que son moderados y que, en realidad, no precisan de alianza alguna" por compartir con Europa los valores de paz y estabilidad.
A su entender, Ceuta y Melilla se han convertido en "un laboratorio" para los islamistas radicales donde "experimentar todas sus teorías de reconquista de territorio que ellos consideran debe volver al dominio del Islam", como el antiguo Al-Andalus. En este sentido, desvela que ciertas organizaciones radicales guardan un registro de todas las propiedades que sus miembros adquieren en España.
"Muchos de ellos insisten en la necesidad de proceder al escalonado control de ciertos barrios, para después dominar pueblos, ciudades y regiones, la táctica del pie en el umbral, pues una vez dentro, ya no volverán a salir", relata. El diputado del PP precisa que los defensores de la "yihad" no tienen "nada que ver" con el Islam, por lo que aconseja no hacer generalizaciones. De Arístegui apunta que "los moderados son las primeras víctimas" del fanatismo islamista, aunque entiende que "sería deseable" que aquellos y sus líderes "se comprometieran más seria e intensamente" contra los extremistas.
También se refiere a la propuesta de la Alianza de Civilizaciones hecha en su día por el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero. Esta iniciativa, opina De Arístegui, busca "el apaciguamiento de los más radicales, ignorando a la aplastante mayoría que son moderados y que, en realidad, no precisan de alianza alguna" por compartir con Europa los valores de paz y estabilidad.