L D (Europa Press) En su respuesta a Arístegui, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa dijo que la única manera de avanzar en este terrereno es, "por supuesto", la salvaguarda "a toda costa de los derechos y libertades de las personas, incluido el derecho a discrepar" ya que sus comentarios no le gustan al PP.
Tras ello, De Arístegui hizo hincapié en que los derechos y libertades fundamentales son "universales, atemporales e irrenunciables", mientras que la Alianza impulsada por España "significa que se van a sentar con gobiernos, partidos y regímenes que creen que son el instrumento principal de Occidente para humillar al Islam".
En su opinión, esta Alianza se tenía que haber llamado "contra el fanatismo y la intolerancia", por lo que opinó que el Gobierno socialista está "engañando" al mundo y a Naciones Unidas ya que fuera de nuestro país dicen que "el diálogo y la alianza son lo mismo".
En la contrarréplica, la vicepresidenta le insistió en que ella va a defender los Derechos Humanos "aquí y en el mundo" como ha hecho toda su vida y dijo que entre los principios rectores de la Alianza de Civilizaciones se subrayan la Carta de Naciones Unidas y la declaración universal de Derechos Humanos. "La Alianza de Civilizaciones es tender puentes entre las sociedades, es fomentar el diálogo y entendimiento, es forjar voluntades política para acordar de forma colectiva los desequilibrios del mundo, es luchar porque se amplíen y garanticen los derechos y libertades de todos, incluso los que no están de acuerdo con nosotros", subrayó.
De la Vega dijo que el PP, a través de la fundación FAES, está decidido a "desprestigiar" esta iniciativa por el hecho de que busca "condenar" las intervenciones militares exteriores como la de Irak. "No están apostando por una Alianza sino por el llamado choque de civilizaciones como defienden los neoconservadores en nombre de supuestos valores de Occidente, como si esos valores incluyesen las mentiras sobre las armas de destrucción masiva para justificar e invadir un país y tantas vidas de inocentes. La política de confrontación ha generado odio, violencia e inseguridad. Sean receptivos, rectifiquen y denle una oportunidad a la paz", indicó a los diputados 'populares'.
La mujer en el Islam
Previamente, la diputada Lourdes Méndez (PP) hizo hincapié a De la Vega en que "no es lo mismo reivindicar la igualdad de los salarios que pedir que no lapiden a una mujer por hablar con un hombre que no es su marido". Por ello, estimó que mientras que en el Congreso se discute la Ley de Igualdad presentada por el Gobierno, el mismo Ejecutivo de Zapatero "pasa de puntillas sobre la opresión de la mujer en buena parte de sus países interlocutores".
Méndez constató que a los socialistas practican un "relativismo moral" y tienen una "obsesión por la equidistancia" como hacen con las víctimas y los terroristas de ETA. Frente a ello, manifestó que la civilización europea de raíces judeo-cristianas es la que reconoce "la dignidad de la persona" y ha conseguido "profundos avances en relación con la situación de la mujer".
De la Vega replicó que "nada ni nadie" puede dejar de denunciar la situación de la mujer allí donde sufra discriminación o violencia por el hecho de serlo. En este sentido, la propuesta del Grupo de Alto Nivel de la Alianza de Civilizaciones contempla el respeto a los Derechos Humanos "como la base sobre la que se asientan las sociedades estables y las relaciones internacionales pacíficas". "Se reconoce que la opresión de una mujer no es tolerable, ni desde el punto de vista del derecho internacional ni desde una correcta interpretación de los preceptos religiosos del Islam. Se reafirma que esa opresión es causa de retraso económico y social y ataca al pluralismo político", añadió.
Por ello, la vicepresidenta consideró que resulta "evidente" que la Alianza de Civilizaciones "hace suyo sin ningún género de dudas el objetivo de fomentar las políticas de pluralismo, de respeto a los Derechos Humanos, a la igualdad y, de forma muy particular, el promover políticas para la igualdad de género". Sin embargo, evitó condenar explícitamente a los países musulmanes que esclavizan a las mujeres.
Por último, la reprochó a Méndez sus palabras sobre el apoyo español a países donde se practica la lapidación de mujeres. "Lo último que esperaba oír a una mujer es que acusa a otra mujer de estar con los hombres que asesinan a mujeres. No lo creo ni de usted ni de ninguna mujer. El compromiso para luchar contra la violencia que se ejerce contra las mujeres en todo el mundo es un compromiso de todas las mujeres", concluyó.