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Argentina ordena a sus espías que declaren en el caso del atentado terrorista contra la AMIA

El Gobierno de Argentina liberó a agentes de los servicios de información del juramento de "guardar secreto" ante los jueces que investigan el atentado terrorista, perpetrado hace casi nueve años, contra una mutualista judía de Buenos Aires y que dejó 86 muertos y unos 200 heridos. Recientemente, Buenos Aires desclasificó informes secretos que vinculan al régimen de Irán con la organización del ataque.

LD (Agencias) La medida, establecida por dos decretos firmados por el presidente del país, Néstor Kirchner, tiene como propósito "lograr que la impunidad sea un triste recuerdo en Argentina", indicó esta noche en rueda de prensa el ministro de Justicia, Gustavo Béliz. Abraham Kaul, presidente de la Asociación de Mutuales Israelitas de Argentina (AMIA), cuya sede fue destruida por un coche bomba la mañana del 18 de julio de 1994, alabó la decisión del Gobierno de "avanzar para llegar a esclarecer totalmente" el más cruento atentado sufrido por el país. "Los anteriores gobiernos (presididos por Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde) prometieron siempre colaborar con la justicia, pero, en realidad, lo único que hicieron fue poner trabas o desviar las investigaciones", indicó.

Kaul precisó que las dos normas presidenciales incluyen a catorce agentes o ex funcionarios de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE,el servicio secreto argentino), entre ellos a quien fue su titular, Hugo Anzorreguy, uno de los hombres de más confianza del ex presidente Menem. Por esos decretos, que el mandatario argentino firmó en el transcurso de una reunión con directivos de la AMIA y familiares de las víctimas del ataque terrorista, se "releva a los agentes de la SIDE del juramento de guardar secreto", según explicó el ministro Béliz. Una vez que entren en vigor esas normas, aproximadamente en una semana cuando sean publicadas en el Boletín Oficial, los jueces que investigan el ataque terrorista contra la mutua judía podrán citar a declarar a los agentes de la SIDE que participaron en las pesquisas.

Según Kaul, existen "elementos muy concretos" de que Anzorreguy y otros ex funcionarios de la SIDE "trabaron o desviaron las investigaciones judiciales" y que también fueron "destruidas en forma deliberada muchas pruebas" sobre unos oficiales de la Policía local que colaboraron en la preparación del coche bomba. Al respecto, indicó que en el juicio oral y público que se sigue en los tribunales de Buenos Aires por la llamada "conexión local" existe "un hueco de ocho días. Sabemos qué hicieron (los ex policías incriminados) hasta el 10 de julio, cuando vendieron o traspasaron a los terroristas la camioneta usada para el atentado, pero de ahí al día del ataque hay una nebulosa, un hueco que, a lo mejor, los agentes de la SIDE pueden llegar a explicar", indicó Kaul.

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