L D (EFE) Los resultados definitivos serán dados a conocer este viernes por el ministro del Interior y de las Colectividades, Yazid Zerhuni, en el centro internacional de prensa de la capital del país. La Carta presidencial contiene una serie de medidas de amnistía gradual que se dirigen en primer lugar a los miembros de las bandas terroristas que todavía siguen alzados en la montaña, y cuyo número se estima en un millar según el gobierno. Buteflika recalcó durante la campaña electoral que, por duro que pueda parecer, la paz con los terroristas es la única alternativa para poner término a más de un decenio marcado por la sangre vertida, las lágrimas y la destrucción.
Desde 1992, cuando empezó la crisis, murieron de forma violenta en Argelia al menos 150.000 personas, y los desaparecidos ascienden oficialmente a más de 6.000. El Ministerio del Interior informó de tres tandas de participación en la votación de este jueves. La primera a las 10.00 GMT, con un 17 por ciento de los dieciocho millones de electores, la segunda a las 13.00 GMT con el 44,01 por ciento, y la tercera a las 16.00 GMT con el 65,15 por ciento.
Portavoces oficiales indicaron al respecto que no debe olvidarse que los argelinos acuden a votar, tradicionalmente, a partir de las primeras horas de la tarde, porque durante la mañana "las mujeres se ocupan de la casa y los maridos van a la compra". En 1999 cuando el presidente argelino convocó el primer referéndum por la paz, denominado "concordia civil", la participación definitiva llegó al 90 por ciento y la primera oferta de reconciliación con el terrorismo de inspiración islámica fue plebiscitada de forma unánime.
En este segundo referéndum de la "era Buteflika" la abstención parece haber sido alta en la Cabilia, una región históricamente rebelde al poder central. Las dos formaciones políticas cuyo asiento es la población de origen beréber, el Frente de las Fuerzas Socialistas (FFS) y el Reagrupamiento por la Cultura y la Democracia (RCD) pidieron el boicot de las urnas.
En Tizi-Uzu, capital de la Gran Cabilia, la participación mediada la tarde no rebasaba el 7 por ciento, y en Bujia, otra ciudad importante de esta montañosa región, era del 6 por ciento. Los socialistas argelinos calificaron la Carta de "tsunami populista" y el RCD la definió como "un programa para las crisis por venir". A ello se añadió el movimiento "de tribus y aldeas", que dirige la revuelta beréber iniciada hace cuatro años, y que abogó este jueves en la Cabilia por una huelga total.
Desde 1992, cuando empezó la crisis, murieron de forma violenta en Argelia al menos 150.000 personas, y los desaparecidos ascienden oficialmente a más de 6.000. El Ministerio del Interior informó de tres tandas de participación en la votación de este jueves. La primera a las 10.00 GMT, con un 17 por ciento de los dieciocho millones de electores, la segunda a las 13.00 GMT con el 44,01 por ciento, y la tercera a las 16.00 GMT con el 65,15 por ciento.
Portavoces oficiales indicaron al respecto que no debe olvidarse que los argelinos acuden a votar, tradicionalmente, a partir de las primeras horas de la tarde, porque durante la mañana "las mujeres se ocupan de la casa y los maridos van a la compra". En 1999 cuando el presidente argelino convocó el primer referéndum por la paz, denominado "concordia civil", la participación definitiva llegó al 90 por ciento y la primera oferta de reconciliación con el terrorismo de inspiración islámica fue plebiscitada de forma unánime.
En este segundo referéndum de la "era Buteflika" la abstención parece haber sido alta en la Cabilia, una región históricamente rebelde al poder central. Las dos formaciones políticas cuyo asiento es la población de origen beréber, el Frente de las Fuerzas Socialistas (FFS) y el Reagrupamiento por la Cultura y la Democracia (RCD) pidieron el boicot de las urnas.
En Tizi-Uzu, capital de la Gran Cabilia, la participación mediada la tarde no rebasaba el 7 por ciento, y en Bujia, otra ciudad importante de esta montañosa región, era del 6 por ciento. Los socialistas argelinos calificaron la Carta de "tsunami populista" y el RCD la definió como "un programa para las crisis por venir". A ello se añadió el movimiento "de tribus y aldeas", que dirige la revuelta beréber iniciada hace cuatro años, y que abogó este jueves en la Cabilia por una huelga total.