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Argelia libera a los jefes históricos del Frente Islámico de Salvación tras doce años de cárcel

Los dirigentes históricos del Frente Islámico de Salvación (FIS), Abasi Madani y Alí Benhach, han sido liberados este miércoles tras pasar doce años en prisión. Sin embargo, las autoridades argelinas les anunciaron que quedarán sujetos a una serie de restricciones.

LD (Agencias) Los dirigentes históricos del Frente Islámico de Salvación (FIS), Abasi Madani y Alí Benhach, fueron puestos en libertad la madrugada de este miércoles al cumplir la pena de doce años de cárcel a que fueron condenados en 1991. Madani, de 72 años de edad, que residía en Argel en régimen de residencia vigilada, recuperó su libertad y los agentes del orden que le custodiaban abandonaron su domicilio. El septuagenario imán integrista nacido en Túnez se encuentra muy debilitado por los años de cárcel pasados, pero está dispuesto a "continuar el combate por sus ideas", según sus familiares.

Las decenas de simpatizantes del FIS que pretendían concentrarse delante de la prisión para saludar a Benhach no pudieron hacerlo al verse rechazadas por un importante cordón policial. El líder tiene previsto residir en el barrio popular de Kuba de la capital argelina, en una de cuyas mezquitas se hizo famoso por sus prédicas incendiarias contra el poder político argelino.

Sin embargo, las autoridades argelinas comunicaron queAlí Benhach, tendrá restringidas sus libertades tal y como se le anunció a Abasi Madani, quien también fue puesto en libertad. Pero, a diferencia de Madani, de 72 años de edad, que firmó el proceso verbal en el que se le comunicaban las restricciones, Benhach se negó a firmar el documento, reveló el procurador militar del tribunal de Blida, localidad donde el jefe integrista terminó la pena de doce años de cárcel a que fue condenado en 1992. A ambos jefes históricos del FIS se les prohíbe, entre otros aspectos, afiliarse o fundar partidos o asociaciones culturales, civiles o religiosas, así como formular declaraciones de carácter público, ya sea directamente o a través de intermediarios. Se les prohíbe también asistir o tomar la palabra en reuniones públicas y participar o asistir a cualquier manifestación política, social, cultural o religiosa, ya sea de carácter nacional o local.

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