L D (EFE) Yaser Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), "entiende" que Israel debe preservar su carácter como "Estado judío" aunque no deja de lado la exigencia de que un número indeterminado de los 3,7 millones de refugiados palestinos regrese al territorio israelí dentro de un futuro acuerdo de paz.
Israel se niega a aceptarlos en su territorio porque ello significaría una cambio demográfico en su sociedad, al equiparar las poblaciones judía y palestina en torno a los cinco millones cada una. De hecho, el problema de los refugiados palestinos, junto con el de Jerusalén, fue uno de los escollos que, según distintos analistas, hizo fracasar las negociaciones de Camp David (2000) y Taba (2001).
Al ser cuestionado en una entrevista concedida al diario independiente israelí Haaretz sobre si Israel perdería su carácter judío si autoriza la entrada en su territorio de los refugiados, Arafat reconoce que el Estado israelí debe mantener esa característica, y agrega que los palestinos "lo aceptaron de forma pública y formal en 1988, en (una decisión de) nuestro Consejo Nacional".
Esta es la primera vez que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) reconoce a Israel como el "Estado judío", una postura que se había abstenido de expresar en el pasado para, según su criterio, no ofender al millón de palestinos que residen dentro del territorio israelí y dejar abierta la cuestión de los refugiados. En ese sentido, explica que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha adoptado como suya la resolución de abril de 2002 de la Liga Árabe, que exhorta a una solución justa y negociada para el problema de los refugiados basada en la resolución 194 de las Naciones Unidas.