LD (Agencias) Los agentes de seguridad de Arabia Saudí fueron puestos en alerta máxima, ante la posibilidad de nuevos atentados y para ubicar a los cómplices de los terroristas suicidas de Riad. La alarma ha sido implementada especialmente en las ciudades de Dahran, Dammam y Al Khobar, en el este del país, donde reside una importante comunidad de residentes extranjeros, que fueron los objetivos terroristas en la capital. La Policía aumentó el número de patrullas que circulan por esas ciudades y estableció controles en las carreteras, calles y mercados de sus núcleos urbanos en busca de sospechosos.
El príncipe heredero saudí y gobernador de facto del país, Abdula ben Abdulaziz, denunció la actuación los terroristas que, según dijo, va "en contra de los principios del Islám. Han abandonado todos los valores morales convirtiéndose en monstruos viciosos con el único objetivo de derramar sangre y aterrorizar a la gente pacífica". El heredero saudí, que dirige el país desde que su hermanastro el rey Fahd sufriera en 1995 una embolia cerebral, prometió en una conversación telefónica con el presidente estadounidense, George Bush, continuar apoyando la lucha antiterrorista.
Según la agencia de noticias saudí SPA, Abdula asimismo recibió llamadas telefónicas de solidaridad y condena de los presidentes francés, Jacques Chirac, el egipcio, Hosni Mubarak, y del rey de Jordania, Abdalá II, entre otros líderes. Por su parte, la prensa saudí reflejó en sus editoriales la conmoción e inquietud de los saudíes ante lo ocurrido y se preguntó porque se había atacado a gente inocente. El diario Arab News resalta en su editorial que Riad debe "afrontar la idea de que existe un problema terrorista en el país".
El príncipe heredero saudí y gobernador de facto del país, Abdula ben Abdulaziz, denunció la actuación los terroristas que, según dijo, va "en contra de los principios del Islám. Han abandonado todos los valores morales convirtiéndose en monstruos viciosos con el único objetivo de derramar sangre y aterrorizar a la gente pacífica". El heredero saudí, que dirige el país desde que su hermanastro el rey Fahd sufriera en 1995 una embolia cerebral, prometió en una conversación telefónica con el presidente estadounidense, George Bush, continuar apoyando la lucha antiterrorista.
Según la agencia de noticias saudí SPA, Abdula asimismo recibió llamadas telefónicas de solidaridad y condena de los presidentes francés, Jacques Chirac, el egipcio, Hosni Mubarak, y del rey de Jordania, Abdalá II, entre otros líderes. Por su parte, la prensa saudí reflejó en sus editoriales la conmoción e inquietud de los saudíes ante lo ocurrido y se preguntó porque se había atacado a gente inocente. El diario Arab News resalta en su editorial que Riad debe "afrontar la idea de que existe un problema terrorista en el país".