L D (EFE) En un informe destinado al Consejo, Annan explica que esa prórroga del mandato de MINURSO hasta el 31 de julio daría al Consejo tiempo para pensar bien su decisión. El documento subraya que las objeciones que el Gobierno de Marruecos y los independentistas del Frente Polisario ponen al plan “sugieren que las partes carecen de la voluntad real necesaria para llegar a una solución política al conflicto”. El secretario general estima que las partes deberían aceptar el plan tal y como ha sido propuesto, porque es “justo y equilibrado”.
Según explica, esa última iniciativa combina elementos del Plan de Arreglo, acordado entre ambos en 1991 y que defiende el Polisario, y del Acuerdo Marco sobre el estatus del Sahara, que fue aceptado por Marruecos. El “plan Baker” prevé la celebración de elecciones autonómicas en el plazo de un año y del referéndum de autodeterminación a lo sumo cinco años después de la eventual firma del acuerdo entre las partes.
El informe subraya que, después del periodo transitorio de autogobierno, el plan “ofrece a los residentes del Sahara Occidental “una oportunidad de autodeterminar su futuro”. “Recomiendo que el Consejo pida a las partes que den su acuerdo al plan de paz y trabajen con las Naciones Unidas para ponerlo en marcha”, dice el informe pese a las objeciones expresadas.
El informe indica que Marruecos se opone a que una de las opciones en la consulta para decidir el estatuto final sea la independencia, aunque ha sido siempre la opción contemplada en el Plan de Arreglo que Rabat aceptó. En su opinión, esto es difícil de admitir teniendo en cuenta que Rabat se ha comprometido con el plan durante años y el hecho de que se incluiría en el electorado a todo el que haya residido en el Sahara Occidental desde el 30 de diciembre de 1999. Además, subraya que la enmienda al plan que prevé incluir en la consulta la opción de un autogobierno o autonomía, junto con la de soberanía marroquí y la de independencia, debería disipar sus temores.
En cuanto a la principal objeción del Frente Polisario, Annan apunta su deseo de volver al Plan de Arreglo con algunas concesiones en cuanto al censo y la inclusión de un mecanismo para hacer cumplir el resultado.
Según explica, esa última iniciativa combina elementos del Plan de Arreglo, acordado entre ambos en 1991 y que defiende el Polisario, y del Acuerdo Marco sobre el estatus del Sahara, que fue aceptado por Marruecos. El “plan Baker” prevé la celebración de elecciones autonómicas en el plazo de un año y del referéndum de autodeterminación a lo sumo cinco años después de la eventual firma del acuerdo entre las partes.
El informe subraya que, después del periodo transitorio de autogobierno, el plan “ofrece a los residentes del Sahara Occidental “una oportunidad de autodeterminar su futuro”. “Recomiendo que el Consejo pida a las partes que den su acuerdo al plan de paz y trabajen con las Naciones Unidas para ponerlo en marcha”, dice el informe pese a las objeciones expresadas.
El informe indica que Marruecos se opone a que una de las opciones en la consulta para decidir el estatuto final sea la independencia, aunque ha sido siempre la opción contemplada en el Plan de Arreglo que Rabat aceptó. En su opinión, esto es difícil de admitir teniendo en cuenta que Rabat se ha comprometido con el plan durante años y el hecho de que se incluiría en el electorado a todo el que haya residido en el Sahara Occidental desde el 30 de diciembre de 1999. Además, subraya que la enmienda al plan que prevé incluir en la consulta la opción de un autogobierno o autonomía, junto con la de soberanía marroquí y la de independencia, debería disipar sus temores.
En cuanto a la principal objeción del Frente Polisario, Annan apunta su deseo de volver al Plan de Arreglo con algunas concesiones en cuanto al censo y la inclusión de un mecanismo para hacer cumplir el resultado.