L D (Agencias) En un discurso ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que termina este viernes su periodo anual de sesiones, Kofi Annan, reconoció que la guerra entraña sufrimiento y "pérdidas de vida, el más básico de los derechos humanos". Tras expresar su pesar especial por las pérdidas de vidas de "inocentes", Kofi Annan dijo que es preciso reconocer que también hubo escenas de "júbilo por la caída de un régimen opresor".
"Esto nos recuerda que la crisis de los derechos humanos en Irak no comenzó con esta guerra", agregó el secretario general, que hizo un llamamiento a EEUU y a sus aliados a "dar ejemplo claro de que actuarán en estricto cumplimiento de las convenciones de Ginebra y el reglamento de La Haya sobre prisioneros de guerra". Asimismo les pidió que demuestren con sus acciones que "aceptan las responsabilidad del poder ocupante en lo relativo al orden público, a la seguridad y al bienestar de la población civil". Kofi Annan reconoció que la decisión de ir a la guerra sin autorización expresa del Consejo de Seguridad de la ONU ha creado profundas divisiones "que debemos superar si queremos hacer frente con eficacia no sólo a las secuelas de Irak sino también a otros desafíos internacionales importantes".
Sin embargo, dijo que los acontecimientos en Irak no deben distraer a la comunidad internacional de lo que está ocurriendo en otras partes del mundo, donde "la violencia, el caos, la opresión y las violaciones de los derechos humanos se han intensificado en los últimos meses y semanas". Mencionó que uno de los casos más flagrantes es el de la República Democrática del Congo, donde "cientos de personas han sido masacradas en semanas recientes". Dijo que los responsables de esos crímenes pensarían escapar de la justicia internacional "en momentos en que todos los ojos están puestos en Irak". Annan recordó que no sólo los derechos civiles y políticos son importantes, sino que también lo son los derechos económicos, sociales y culturales, pues el derecho al voto vale poco para una persona "si sus hijos están hambrientos y no tienen acceso al agua potable". El secretario general lanzó un desafío a la Comisión al señalar que "la inacción no es una opción" y que le corresponde a este órgano adoptar una óptica que permita ampliar la agenda de los derechos humanos.
El secretario sostuvo que en momentos en que el mundo es testigo de un debate internacional cargado de "reproches, desconfianza y malos entendidos", la causa de los derechos humanos podría contribuir a acercar las posiciones "y a devolver a los Estados el sentido de su misión común". Kofi Annan también señaló que es necesario superar las diferencias culturales en la interpretación de los derechos humanos, reconociendo -por ejemplo- que "los derechos de las mujeres son los mismos en todos los continentes". Por otro lado, invocó a los Estados miembros de la Comisión superar sus desacuerdos "para lo cual los temas sensibles deben ser abordados de manera franca y todos los países tratados en condiciones de igualdad". Finalmente, Kofi Annan reiteró su invocación de "no tolerar los atentados flagrantes a los derechos humanos" y señaló que este rechazo debe ser "absoluto y total", ya sea que esos abusos se cometan en países ricos o pobres, fuertes o débiles, desarrollados o en vías de desarrollo.
"Esto nos recuerda que la crisis de los derechos humanos en Irak no comenzó con esta guerra", agregó el secretario general, que hizo un llamamiento a EEUU y a sus aliados a "dar ejemplo claro de que actuarán en estricto cumplimiento de las convenciones de Ginebra y el reglamento de La Haya sobre prisioneros de guerra". Asimismo les pidió que demuestren con sus acciones que "aceptan las responsabilidad del poder ocupante en lo relativo al orden público, a la seguridad y al bienestar de la población civil". Kofi Annan reconoció que la decisión de ir a la guerra sin autorización expresa del Consejo de Seguridad de la ONU ha creado profundas divisiones "que debemos superar si queremos hacer frente con eficacia no sólo a las secuelas de Irak sino también a otros desafíos internacionales importantes".
Sin embargo, dijo que los acontecimientos en Irak no deben distraer a la comunidad internacional de lo que está ocurriendo en otras partes del mundo, donde "la violencia, el caos, la opresión y las violaciones de los derechos humanos se han intensificado en los últimos meses y semanas". Mencionó que uno de los casos más flagrantes es el de la República Democrática del Congo, donde "cientos de personas han sido masacradas en semanas recientes". Dijo que los responsables de esos crímenes pensarían escapar de la justicia internacional "en momentos en que todos los ojos están puestos en Irak". Annan recordó que no sólo los derechos civiles y políticos son importantes, sino que también lo son los derechos económicos, sociales y culturales, pues el derecho al voto vale poco para una persona "si sus hijos están hambrientos y no tienen acceso al agua potable". El secretario general lanzó un desafío a la Comisión al señalar que "la inacción no es una opción" y que le corresponde a este órgano adoptar una óptica que permita ampliar la agenda de los derechos humanos.
El secretario sostuvo que en momentos en que el mundo es testigo de un debate internacional cargado de "reproches, desconfianza y malos entendidos", la causa de los derechos humanos podría contribuir a acercar las posiciones "y a devolver a los Estados el sentido de su misión común". Kofi Annan también señaló que es necesario superar las diferencias culturales en la interpretación de los derechos humanos, reconociendo -por ejemplo- que "los derechos de las mujeres son los mismos en todos los continentes". Por otro lado, invocó a los Estados miembros de la Comisión superar sus desacuerdos "para lo cual los temas sensibles deben ser abordados de manera franca y todos los países tratados en condiciones de igualdad". Finalmente, Kofi Annan reiteró su invocación de "no tolerar los atentados flagrantes a los derechos humanos" y señaló que este rechazo debe ser "absoluto y total", ya sea que esos abusos se cometan en países ricos o pobres, fuertes o débiles, desarrollados o en vías de desarrollo.