(Libertad Digital) Según las fuentes consultadas por el rotativo neoyorquino (oficiales de los servicios de inteligencia estadounidenses e israelíes), la Guardia Revolucionaria iraní (fuerza paramilitar afecta al ayatolá Jamenei y al sector más duro del régimen de Teherán) ha canalizado unos ochenta millones de dólares hacia organizaciones de caridad creadas por la influyente familia Al-Sadr, dinero que con posterioridad fue desviado para financiar a los pistoleros del grupo Al-Mahdi, que actúa a las órdenes del clérigo chií reclamado por la Justicia.
Por lo que respecta a Hezbolá, las mismas fuentes informaron al NYP de que este grupo terrorista (chií, fundado por Irán y protegido y financiado tanto por Teherán como por Damasco) ha entrenado a miembros de Al-Majd en campos iraníes cercanos a la frontera con Irak. Por allí habrían pasado entre 800 y 1.200 adeptos de Muqtada Al-Sadr.
El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, se ha referido en varias ocasiones a los lazos que ligaban a Al-Sadr con el régimen de los ayatolás iraníes.