L D (Europa Press) En cuanto a la Alianza de Civilizaciones, consideró que se trata de "un maquillaje que el Gobierno se pone en la cara mientras da la espalda al pueblo saharaui, que no ha recibido por parte de este Ejecutivo ningún apoyo, frente al gran respaldo que nos da el pueblo de España". A este respecto, agregó que la Alianza "es una idea muy buena", porque se basa en que haya "entendimiento entre los pueblos y en que se respeten todas las creencias, todas las historias, y a todas las civilizaciones", aunque recordó que el Estado de Marruecos "no respeta a los saharauis".
De igual modo, recordó que el Sáhara "también es parte de la civilización árabe" y lamentó que "mientras los dirigentes árabes celebran en Sevilla la exposición sobre Ibn Jaldún, se están violando los derechos de los saharauis". "Que festejen la figura de este pensador, pero que al menos miren la realidad que hoy por hoy se vive en el Sáhara Occidental", pidió.
Aminetu Haidar, que se encuentra de gira por España para exponer la situación de los Derechos Humanos en Sáhara Occidental, recordó que desde mayo de 2005 hay en el Sáhara una gran sublevación popular que persigue que se acelere el referéndum y el proceso de autodeterminación. Esta activista recibió recientemente el V Premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho y Asilo y la Solidaridad con los Refugiados, otorgado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y por la Fundación CEAR. Aminetu Haidar pidió también a España que asuma "su responsabilidad histórica y legal respecto al Sáhara" y que reconozca "los crímenes cometidos sobre el pueblo saharaui". Para ello, añadió, debería tener "una posición clara a favor de la autodeterminación".
Aminetu Haidar, de 39 años, se presenta a sí misma como "antigua víctima de la represión con el antiguo Rey Hassán II y víctima actual de la represión con el actual Rey Mohamed VI". Según la activista, desde las primeras fechas de la ocupación, en octubre de 1975, el Gobierno marroquí castigó a los saharauis "mediante bombardeos a inocentes con fósforo blanco y napalm, tirando a personas vivas desde helicópteros, con abortos forzados a las mujeres, con separaciones de niños de sus madres, el 99 por ciento de los cuales murieron, y con violaciones por igual a hombres y a mujeres". En noviembre de 1987, Haidar fue detenida por participar en una protesta contra la ocupación del Sahara Occidental con motivo de una visita a la zona de una comisión de observadores de la ONU. "Fueron detenidas hasta 400 personas, pero la mayoría de ellas fueron liberadas y nos quedamos 64, incluidas diez mujeres", explicó.
Desde entonces permaneció desaparecida durante "tres años y siete meses", en los que sufrió torturas e interrogatorios, viviendo sin "ninguna relación con el mundo exterior" y en condiciones "infrahumanas". "Mi familia no sabía nada de mí, ni siquiera podía preguntar dónde estaba", añadió. Esa misma situación "la pasaron miles de saharauis", hasta que en 1991 obtuvo la libertad junto a otras 378 personas, incluidas 78 mujeres. "Detrás de nosotros quedaron 54 muertos", aseguró Aminetu Haidar, quien precisó que "en la actualidad aún hay 500 saharauis desaparecidos".