Menú

Algunos de los Premios Nobel de la Paz más polémicos

La concesión de los premios Nobel de la Paz nunca ha dejado indiferente a nadie. En sus 108 años de existencia, varias personalidades que lo han obtenido han estado envueltas en polémicas y muchos sectores lo han criticado.

El último premio que generó la indignación de varios sectores fue el recibido por Al Gore (2007) por su "trabajo" a favor del medio ambiente. Sus tesis, que esparce a través del mundo con numerosas conferencias a cambio de fuertes cantidades de dinero, han sido criticadas por muchos científicos que se han apresurado en desmentirlas con datos serios e investigaciones contrastadas.

El Instituto Nobel de Noruega señaló entonces que "su gran compromiso, reflejado en su actividad política, sus ponencias, sus películas y sus libros ha reforzado la lucha contra el cambio climático. Es probablemente la persona que a título individual ha hecho más para crear una conciencia mundial sobre las medidas que deben adoptarse".

Por supuesto, hay otros nombres en la lista de premiados que también han provocado dudas. En 2002, el premio recayó en Jimmy Carter –considerado como uno de los peores presidentes de EEUU de la historia– por "sus infatigables esfuerzos durante décadas para encontrar soluciones a los conflictos internacionales, para avanzar en la democracia y los derechos humanos y por promover el desarrollo económico y social".

Sin embargo, aún no está muy claro cuáles son los conflictos que ayudó a resolver. De hecho, llegó a ofrecerse al Gobierno de Zapatero como mediador para una "negociación directa" con los terroristas de ETA, a quienes llamó "miembros responsables de la comunidad vasca".

Igualmente polémico fue el premio de 1994 recibido por Yasser Arafat –junto a Simon Peres e Isaac Rabin– por sus "esfuerzos en crear paz en Medio Oriente". Este terrorista palestino fue uno de los que ideó el asalto a la Villa Olímpica de Munich en 1972 en el que fueron asesinados 11 atletas israelíes. Su violento pasado no impidió que fuera recibido por todos los Gobiernos del mundo y que se mostrara a favor de un acuerdo con Israel, que finalmente nunca llegó, principalmente por los obstáculos que él mismo ponía a la negociación.

Dos mujeres como Rigoberta Menchú (1992) y Wangari Maathai (2004) tampoco han estado ajenas a la polémica. La guatemalteca recibió el reconocimiento "por su trabajo a favor de la justicia social y la reconciliación etno-cultural basada en el respeto a los derechos de los indígenas". Sin embargo, su cercanía a regímenes autoritarios como el castrista en Cuba, su apoyo al movimiento zapatista en México y sobre todo su cercanía al entorno etarra, han sido criticadas por varios sectores.

El caso de la keniata Wangari Maathai también es delicado. La Academia decidió darle el premio por su "contribución al desarrollo sostenible, a la democracia y a la paz". Sus ideas fueron puestas en evidencia cuando se presentó en conferencia de prensa tras conocerse la noticia. Sugirió que el virus VIH era "producto de la ingeniería genética" que fue "colocado" en África para "castigar a los negros". Además, también se ha mostrado favorable a la ablación del clítoris en niñas.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios
    Acceda a los 2 comentarios guardados

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura