Aunque era un secreto a voces, Alejandro Toledo aún no había confirmado oficialmente su presencia como candidato en las elecciones presidenciales peruanas cuya primera vuelta -es casi seguro de que nadie logre la mayoría absoluta- se celebrará en abril del próximo año. Los indicios eran bastante claros ya que desde hace algunas semanas mantiene una importante presencia en los medios -su aparición en Nueva York para acompañar a Vargas Llosa el día que se anunció su Nobel no parece casualidad- con declaraciones de diferente calibre.
La relación entre Toledo y el presidente García no es la mejor pese a que, hace poco más de un mes, ambos se reunieron en el Palacio de Gobierno aunque el contenido real de la conversación no se hizo público. El último enfrentamiento entre ambos ocurrió hace sólo unos días cuando Toledo pidió que el presidente y sus ministros levantaran su secreto bancario como muestra de transparencia. La respuesta de García fue irónica y dijo que no podía hacerle caso a cualquier "loquito de la calle", en clara referencia a su predecesor al frente del país.
Toledo señaló hace unos días que aún estaba reflexionando sobre la posibilidad de presentarse a las elecciones, pero sin duda la noticia de que el partido oficialista se presentará con una independiente de la altura de Mercedes Aráoz, una mujer joven con un alto prestigio internacional como economista, alteró rápidamente sus planes. Tan es así que este mismo miércoles, en un céntrico hotel de Lima, anunció que entraba a la carrera por la presidencia. Unos minutos antes, ya lo había apuntado en su cuenta personal de Twitter: "Primicia para mis amig@s y seguidores: en pocos minutos voy a anunciar mi candidatura a la Presidencia de la República. De nuevo al ruedo". Además, en su Facebook indicó que "me presento con la ilusión del primer día, con la experiencia de haber gobernado, pero con el compromiso de potenciar lo que hice bien y no repetir lo que hice mal".
En su posterior declaración, Toledo estuvo acompañado por su esposa, Eliane Karp -que no estuvo exenta de polémica durante el gobierno de su esposo-, y por un numeroso grupo de políticos y seguidores que al conocer su anuncio aplaudieron y lanzaron vivas a Perú. "Hoy es tiempo de decidir y de luchar por una causa justa, una vida más digna para todos los peruanos, particularmente para los que menos tienen", manifestó. Toledo, que aclaró que su candidatura deberá ser refrendada en el próximo congreso de su partido, Perú Posible (PP), se refirió a su anterior paso por el gobierno al afirmar que "me comprometo a potenciar lo que hice bien, y no repetir lo que hice mal". Añadió que tratará de "construir una vida mejor, dar empleos más dignos y garantizar precios más estables". Ofreció, además, hacer una "revolución" en la educación y la calidad educativa, y dijo que sus principales preocupaciones serán afrontar la vulnerabilidad económica ante factores externos y la fragilidad de las instituciones democráticas. Asimismo, prometió luchar contra el aumento de la corrupción, cuidar el medio ambiente y "redibujar el rostro social" ante el gran crecimiento económico de Perú, que este año se espera cercano al 8,5%.
Toledo ya sabe que entre sus rivales tendrá al ex alcalde Luis Castañeda Lossio -aún pendiente de confirmación- a la congresista Keiko Fujimori, hija del ex gobernante preso por crímenes de lesa humanidad y que aparentemente -por ahora- sólo tiene entre sus planes liberar a su padre-, y sobre todo a Mercedes Aráoz, que podría quitarle esa cuota de electores que creen en la necesidad de seguir una política económica cercana al liberalismo que ha permitido los altos niveles de crecimiento en el Perú en los últimos años. Esa presencia de Aráoz es lo que sin duda ha convencido a Toledo de que era el momento indicado para anunciar su candidatura.