L D (EFE) Alckmin, en una rueda de prensa en Sao Paulo, dijo que cree que "Lula dejó pasar la oportunidad. El pueblo se la dio y dejó pasar la oportunidad de hacer crecer más a Brasil, de dar un ejemplo ético. Creo que ahora vamos a tener nuestra oportunidad de poder trabajar por el país". Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), obtuvo el 41,64 por ciento de los votos en las elecciones del domingo, superando las previsiones de las encuestas más optimistas, y disputará la presidencia con Lula, que consiguió el 48,61 por ciento, el 29 de este mes.
El candidato opositor, que porfió con su candidatura pese a que en las encuestas siempre estuvo unos 20 puntos atrás de Lula, afirmó que confía en que derrotará al presidente "porque llegamos (su candidatura) a la segunda vuelta en una curva ascendente". "Confiamos en que nuestra candidatura seguirá creciendo. Superamos la dura barrera de la incredulidad y ahora pesa mucho el índice de rechazo, que en mi caso es menor", afirmó.
Alckmin aseguró que agregará a su campaña "a todos los líderes responsables" del país para que Brasil pueda crecer más y mejorar las condiciones de vida de la población. En ese sentido destacó que ya ha conversado con Cristovam Buarque, candidato del Partido Democrático Laborista (PDT), que quedó en cuarto lugar, con el 2,64 por ciento de los votos, y que también pretende conversar con Heloisa Helena Lima, aspirante del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que quedó en tercer lugar, con el 6,85 por ciento. "Queremos tener el apoyo de Brasil para un proyecto nacional", señaló Alckmin, quien subrayó que también ha gestionado un acercamiento con el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PSDB), algunos de cuyos líderes lo apoyaron informalmente en la primera vuelta.
Alckmin aprovechó la oportunidad para criticar la corrupción en el gobierno Lula y dijo que demostrará que "se puede hacer política con ética y honestidad". "Vamos a hablar la verdad, a mirar a los ojos de la gente. La verdad es la gran compañera de aquellos que quieren hacer vida pública", anotó. El candidato opositor insistió en que no es posible que Lula no haya estado al tanto de los casos de corrupción en que se han involucrado miembros de la cúpula del PT y asesores suyos, porque, en su opinión, no se trata de casos aislados, y la población mostró en las urnas que no está de acuerdo con eso. "Hubo una reacción a los escándalos de corrupción en el gobierno Lula. No fueron personas aisladas, fue la cúpula del PT, ministros de Lula, el Palacio de Planalto", agregó en referencia a los asesores del presidente acusados de participar en hechos ilícitos.
Alckmin aseguró que agregará a su campaña "a todos los líderes responsables" del país para que Brasil pueda crecer más y mejorar las condiciones de vida de la población. En ese sentido destacó que ya ha conversado con Cristovam Buarque, candidato del Partido Democrático Laborista (PDT), que quedó en cuarto lugar, con el 2,64 por ciento de los votos, y que también pretende conversar con Heloisa Helena Lima, aspirante del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que quedó en tercer lugar, con el 6,85 por ciento. "Queremos tener el apoyo de Brasil para un proyecto nacional", señaló Alckmin, quien subrayó que también ha gestionado un acercamiento con el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PSDB), algunos de cuyos líderes lo apoyaron informalmente en la primera vuelta.
Alckmin aprovechó la oportunidad para criticar la corrupción en el gobierno Lula y dijo que demostrará que "se puede hacer política con ética y honestidad". "Vamos a hablar la verdad, a mirar a los ojos de la gente. La verdad es la gran compañera de aquellos que quieren hacer vida pública", anotó. El candidato opositor insistió en que no es posible que Lula no haya estado al tanto de los casos de corrupción en que se han involucrado miembros de la cúpula del PT y asesores suyos, porque, en su opinión, no se trata de casos aislados, y la población mostró en las urnas que no está de acuerdo con eso. "Hubo una reacción a los escándalos de corrupción en el gobierno Lula. No fueron personas aisladas, fue la cúpula del PT, ministros de Lula, el Palacio de Planalto", agregó en referencia a los asesores del presidente acusados de participar en hechos ilícitos.
Lula ahora no quiere una división "entre ricos y pobres"
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, candidato a la reelección el 29 de octubre, dijo que enfrentará con renovado entusiasmo la campaña electoral para la segunda vuelta y que no tolerará dividir el país "entre ricos y pobres". "Faltó un voto para ganar en la primera vuelta, pero no va a faltar para la segunda, apenas va a demorar un poco más la victoria", afirmó Lula en una comparecencia ante la prensa, en el palacio de gobierno de Planalto.
Lula dijo que negociará alianzas con otros partidos para buscar los votos que necesita para la reelección. "No tengo problema en ir a una segunda vuelta. Alencar (José, el vice presidente y compañero de fórmula) y yo estamos dispuestos a salir a la calle", dijo Lula.
El presidente aludió al reciente escándalo de corrupción que salpicó a dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) y arrastró hasta a su jefe de campaña, Ricardo Berzoini. Según analistas políticos el caso le impidió coronar un triunfo que todas las encuestas daban por seguro hasta hace pocas semanas. "No hay elección ganada. Aunque respete mucho las encuestas nunca las llevo al pie de la letra, son como una fotografía que depende de la hora, el día, el momento en que es emitida", aseguró.
También defendió al PT en el caso de la compra fraudulenta de un falso dossier que incriminaba a Alckmin. Condenar al PT, dijo, "equivale a condenar a toda una familia cuando uno de sus miembros comete un desatino". Pero no economizó críticas a sus compañeros de partido involucrados en ese caso. "Quien acepta negociar con bandidos se convierte en bandido. Por por eso pido a dios que sea esclarecido todo lo que ocurrió. Es una cosa inexplicable", dijo el presidente.
Afirmo que confiaba en la autoridad de la Policía Federal para emprender investigaciones serias y contar a la población brasileña lo que ocurrió. En sus cuatro años como presidente han sido raras las comparecencias de Lula ante la prensa. Esta ha sido una de las pocas ocasiones en las que ha aceptado preguntas de los periodistas.
Sobre la tesis de que la campaña podría polarizarse con él como el candidato de los pobres y Alckmin como el de los ricos, Lula dijo que si el asunto fuese así de simple él habría ganado las elecciones ya. "La sociedad y la cultura brasileña no acepta esa división", pero afirmó que su política social va a seguir dando prioridad a los mas pobres de los pobres entre los 186 millones de brasileños.
Lula dijo que negociará alianzas con otros partidos para buscar los votos que necesita para la reelección. "No tengo problema en ir a una segunda vuelta. Alencar (José, el vice presidente y compañero de fórmula) y yo estamos dispuestos a salir a la calle", dijo Lula.
El presidente aludió al reciente escándalo de corrupción que salpicó a dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) y arrastró hasta a su jefe de campaña, Ricardo Berzoini. Según analistas políticos el caso le impidió coronar un triunfo que todas las encuestas daban por seguro hasta hace pocas semanas. "No hay elección ganada. Aunque respete mucho las encuestas nunca las llevo al pie de la letra, son como una fotografía que depende de la hora, el día, el momento en que es emitida", aseguró.
También defendió al PT en el caso de la compra fraudulenta de un falso dossier que incriminaba a Alckmin. Condenar al PT, dijo, "equivale a condenar a toda una familia cuando uno de sus miembros comete un desatino". Pero no economizó críticas a sus compañeros de partido involucrados en ese caso. "Quien acepta negociar con bandidos se convierte en bandido. Por por eso pido a dios que sea esclarecido todo lo que ocurrió. Es una cosa inexplicable", dijo el presidente.
Afirmo que confiaba en la autoridad de la Policía Federal para emprender investigaciones serias y contar a la población brasileña lo que ocurrió. En sus cuatro años como presidente han sido raras las comparecencias de Lula ante la prensa. Esta ha sido una de las pocas ocasiones en las que ha aceptado preguntas de los periodistas.
Sobre la tesis de que la campaña podría polarizarse con él como el candidato de los pobres y Alckmin como el de los ricos, Lula dijo que si el asunto fuese así de simple él habría ganado las elecciones ya. "La sociedad y la cultura brasileña no acepta esa división", pero afirmó que su política social va a seguir dando prioridad a los mas pobres de los pobres entre los 186 millones de brasileños.