LD (Agencias) En una rueda de prensa celebrada en Bagdad, Iyad Alaui, el primer ministro de Irak, ha aceptado que las constantes acciones terroristas en varias zonas del país impedirán que el próximo treinta de enero se celebren elecciones generales. Por ello, anunció que su Gobierno ha decidido asignar 2.200 millones de dólares para que el Ejército iraquí de 100 a 150.000 efectivos y dotar a sus unidades de armamento moderno.
Reiteró que las acciones terroristas que se han venido registrando en los últimos meses han convertido en demasiado peligrosas a varias zonas del país. La situación empeora por el escaso adiestramiento y las limitaciones de armamento que tienen las fuerzas de seguridad iraquíes. De hecho, recientemente el presidente de EEUU, George Bush, reconoció que las Fuerzas Armadas de ese país árabe no están preparadas para afrontar la ola de terror.
En la provincia de Al-Anbar, al oeste de Bagdad, se han visto escasos preparativos para celebrar los comicios generales a finales de enero. Esa zona incluye las ciudades de Faluya y Ramadi. La misma situación se presenta entorno a las ciudades norteñas de Mosul y Tikrit.
Alaui indicó que "las fuerzas hostiles intentan afectar este evento y causar daño" a fin de impedir "que todos participen en las elecciones. Ciertamente, habrá algunas zonas que no podrán participar en los comicios por esas razones, pero no creemos que eso sea muy extendido".