Colabora

Alan García pretende cerrar la crisis del "Petrogate" en Perú con un nuevo gabinete

El Gobierno de Perú intentó este martes zanjar la gran crisis política desatada a raíz de un escándalo de corrupción con el juramento del izquierdista Yehude Simon como nuevo jefe de un gabinete en el que continúan 10 ministros del anterior Ejecutivo. El momento para Alan García es uno de los más delicados desde que fuera elegido presidente en 2006. En el acto, García pidió a Simon que defienda al país "de la dramática crisis internacional", y luche "contra la amenaza de la corrupción".

L D (EFE) En una ceremonia presidida por el presidente peruano, Alan García, y que contó con la presencia del anterior primer ministro, Jorge del Castillo, los ministros tomaron posesión de sus cargos en medio de una gran expectación. "Estoy seguro que su compromiso en favor de la justicia va de la mano con su compromiso en favor del crecimiento productivo de nuestra patria", remarcó el gobernante, para luego destacar que Simon promoverá "la unión nacional ante estos tres temas".
 
En declaraciones previas a su asunción como primer ministro, Simon prometió que luchará contra la corrupción y el terrorismo, así como por el "fortalecimiento de la institucionalidad del país". La formación del nuevo Ejecutivo pone punto final a una intensa semana en la que el país afrontó su mayor crisis política desde la elección de Alan García como presidente en el 2006.
 
El escándalo estalló después de que se publicaran unas grabaciones en las que el ex ministro del oficialista Partido Aprista Rómulo León y el directivo de la empresa pública Perupetro Alejandro Químper se jactaban de haber logrado con tejemaneje la adjudicación a la empresa noruega Discover Petroleum de varios lotes petroleros. Estas revelaciones desembocaron en la renuncia del ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, así como de otros directivos de las empresas públicas implicadas en el caso. Posteriores grabaciones en las que se mencionaba a varios miembros complicaron la situación del Gobierno, cuyo gabinete se vio obligado a dimitir en bloque para evitar una moción de censura en el Parlamento, en donde la oposición contaba con los votos suficientes para tener éxito.
 
Tras la dimisión, Alan García designó como nuevo primer ministro al reconocido político de izquierdas y presidente de la región de Lambayeque, Yehude Simon, en un intento por recuperar la confianza de los ciudadanos y aplacar la crisis. Al conformar su Gobierno, sin embargo, Simon ha mantenido muchas caras del anterior Ejecutivo y tan sólo se ha deshecho de los ministros más controvertidos, como los ministros del Interior, Luis Alva Castro, y de Salud, Hernán Garrido Lecca.
 
Asimismo, el nuevo primer ministro evitó la presencia mayoritaria de miembros del partido oficialista, muy vinculado a los escándalos de corrupción, y se limitó a mantener a Enrique Cornejo en Vivienda, y a Jorge Villasante, en el despacho de Trabajo. Desde su designación, el pasado viernes, Simon se ha reunido con diversos gremios sindicales y partidos políticos de todo el arco parlamentario, a quienes pidió una tregua.
 
Su designación no ha estado exenta de polémica debido a su turbulento pasado, después de que fuera condenado en 1992 a 20 años de prisión acusado de apología del terrorismo en defensa del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Organizaciones de defensa de los derechos humanos denunciaron que había sido encarcelado injustamente por el gobierno de Alberto Fujimori y junto con varios políticos peruanos pidieron su liberación.
 
Pese a que en el año 2000 le fue concedido el indulto y en el 2002 el entonces presidente del país, Alejandro Toledo, le pidió perdón en nombre del Estado, representantes del fujimorismo en el Congreso han cuestionado su nombramiento y exigen que se desclasifique el expediente que le concedió la gracia presidencial.
 
 

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario