Loboe.
Me parece ami que usted no ha entendido lo que dije.La,frase se decia,
en el mismo,momento en que empezaron,las persecuciones contra los
cristianos y no esta exenta de razon.
En,cuanto alos leones,ya me he enfrentados con ellos y los tengo muy,
cerca y en el trabajo.Por,lo tanto tambien condeno,todo crimen por mo-
tivo religioso o politico.
Hace muy pocos días, con motivo de la anterior matanza de cristianos, un lector, comentaba, en latín para más señas, que la sangre de mártires es semilla de nuevos cristianos.
Ignoro si el mencionado erudito, al que creo que se podría calificar como fundamentalista cristiano, estaría muy contento de que se lo comieran los leones para fabricar semillas, pero sospecho que esos pobres Iraquíes quizás no compartan tales inclinaciones.
En cualquier caso, resulta evidente que esta panda de fanáticos nos ha declarado la guerra. Además, me temo que lo de cristiano, lo comprueban después de muertos, de forma que los no practicantes seguramente corremos el mismo riesgo que los de comunión diaria.
Supongo que la Iglesia seguirá con su política de apaciguaminto y de poner la otra mejilla, pero va siendo hora de que la sociedad en su conjunto, nos pongamos las pilas, no ya por defensa de la religión católica -que en lo personal me importa un pimiento-, sino de nuestra cultura y de nuestra civilización. Deberíamos ser conscientes de que no hay ofensa pequeña y deberíamos dejar claro que este tipo de acciones no resultan gratis. La historia nos ha enseñado que se puede empezar marcando las puertas de los cristianos y se termina en un horno crematorio.
La verdad es que no tengo mucha fe en la capacidad de reacción de esta sociedad adocenada y aborregada, pero aún estamos a tiempo. En caso contrario, dentro de poco nos ocurrirá lo mismo que a las ranas de la cazuela.