LD (EFE) Fuentes de la Policía de la localidad de Parachinar, ubicada en la región tribal de Kurram, en el cinturón tribal fronterizo con Afganistán, han confirmado que al menos 47 personas han muerto y otras cincuenta permanecen heridas después de que un coche-bomba explotara ante una sede del opositor Partido Popular de Pakistán (PPP).
Este atentado es el primero que tiene el PPP como objetivo desde el que costó la vida a su líder, Benazir Bhutto, y una veintena de personas el pasado 27 de diciembre en Rawalpindi, ciudad vecina de Islamabad. Aquel asesinato supuso el aplazamiento hasta el 18 de febrero de los comicios legislativos previstos el 8 de enero.
La campaña para las elecciones, que acaba la medianoche de este sábado, se ha desarrollado en un clima de violencia y atentados, que ha obligado a los candidatos a rodearse de grandes medidas de seguridad en sus apariciones ante seguidores.
El Ejército anunció anoche que había completado el despliegue de sus efectivos -81.000 entre soldados y paramilitares- para garantizar que la votación del día 18 se desarrolla con normalidad. Sin embargo, esta misma mañana tres colegios electorales quedaron destruidos por la explosión de artefactos en Khar, en la zona tribal de Bajaur, fronteriza con Afganistán.