El lugar en el que se produjo el bombardeo está situado en el distrito de Spirai, fronterizo con la provincia de Paktika, en el sureste de Afganistán.
Fuerzas de tierra accedieron a la zona tras el bombardeo y se incautaron de un importante arsenal de armas, según estas fuentes. Desde Kabul, otra fuente de la OTAN indicó que los terroristas pertenecían a la red de Sirajuddin Haqqani, un importante terrorista talibán con base en Pakistán.
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) informó al respecto que fueron destruidos una serie de búnkeres y de arsenales utilizados por los terroristas como base logística y refugio seguro para combatientes extranjeros.
Las fuerzas de tierra fueron atacadas en varias ocasiones con armas ligeras, lo que desencadenó una batalla que duró cerca de 24 horas, según la ISAF.
Un portavoz talibán, Zabihulá Mujahid, aseguró sin embargo que ningún talibán murió en este ataque y que sólo habrían muertos tres civiles que habrían acampado en la zona.