La información ha sido facilitada por el ministro de Sanidad del estado de Sindh, con capital en Karachi, Saghir Ahmed, en declaraciones recogidas por la televisión paquistaní Geo TV.
Tras la potente explosión, los participantes de la procesión huyeron apresuradamente. Varios vehículos resultaron incendiados y parte de los presentes comenzaron a lanzar piedras contra los vehículos policiales. Testigos presenciales aseguran también haber escuchado disparos.
Las ambulancias llegaron al lugar del incidente en poco tiempo y comenzaron a trasladar a los heridos a hospitales. En los centros médicos se declaró el estado de emergencia.