LD (EFE) En un discurso pronunciado en la ciudad de Amlesh de la provincia de Guilán (norte), el presidente de Irán Mahmud Ahmadineyad reiteró que su país "no renunciará ni un ápice a su derecho" de acceder a la tecnología nuclear. "Nuestro pueblo –dijo el mandatario– está decidido a defender de forma unánime su derecho nuclear".
Ahmadineyad insistió en que su régimen "seguirá con autoridad su camino hasta llegar al máximo de la tecnología nuclear", haciendo caso omiso de las presiones internacionales sobre Teherán para que suspenda el enriquecimiento de uranio. En su opinión, "la última alternativa ante ellos (Occidente) es elegir el camino de la amistad y el respecto al pueblo iraní, ya que en caso contrario la mano de Dios saldrá dentro de poco y los destruirá".
En otras declaraciones hechas en la vecina ciudad de Siahkal, en la misma provincia, el gobernante iraní afirmó que la tecnología nuclear dará al pueblo "por lo menos un salto progresivo de cincuenta años. Por ello, merece la pena suspender otras actividades durante diez años para que el país consiga esa tecnología nuclear". Su declaración se produce cuando hoy mismo expira el plazo dado por el Consejo de Seguridad de la ONU a Teherán para que suspenda el enriquecimiento de uranio o se someta a nuevas sanciones.
En tanto, la televisión iraní Al-Alam ha informado de que los Guardianes de la Revolución ha probado con éxito un nuevo misil de fabricación nacional "capaz de destruir los blindados más potentes". El cohete "Tosun" ha sido probado durante la tercera y última etapa de las maniobras "Eqtidar" (Poderío), en las que participan alrededor de sesenta mil efectivos de dicho cuerpo militar, fiel al régimen chií conservador de Teherán.