LD (EFE) La cadena de televisión estadounidense CNN ha informado, citando a un alto funcionario del Ministerio del Interior, que las autoridades saudíes responsables del operativo para rescatar a las personas que mantenían secuestradas un grupo terroristas, permitió que los tres criminales escaparan porque amenazaban con asesinar a los 242 rehenes.
Según la fuente, los tres terroristas huyeron en el vehículo de un residente del complejo residencial El Oasis donde perpetraron la matanza y cambiaron varias veces de vehículos para eludir a las fuerzas de seguridad saudíes que, según la fuente, saben quiénes son y qué apariencia tienen.
La cadena de atentados del comando terrorista comenzó por la mañana del sábado pasado cuando los terroristas atacaron primero las oficinas de dos compañías petroleras, Apicorp y Petroleum Center, en la ciudad portuaria de Jobar, a unos cuatroscientos kilómetros de Riad. Los criminales dispararon contra los empleados, para emprenderla luego a tiros contra un autobús escolar (donde murió un niño egipcio) y por último contra un centro comercial, antes de dirigirse al complejo residencial El Oasis. Allí se hicieron con casi 250 rehenes occidentales, árabes y asiáticos y asesinaron a nueve antes de que en la madrugada del domingo fuerzas especiales asaltaran el edificio y detuvieran al jefe del comando.
En un principio se informó de que los otros tres terroristas lograron huir en un coche robado. Previamente, según fuentes de la Policía saudí, los cuatro hombres habían intentado introducir un coche-bomba en el complejo residencial, uno de los más lujosos de Jobar, donde se alojan ejecutivos de varias empresas petroleras, pero los guardias de seguridad se lo impidieron, tras lo cual se abrieron paso a tiros y se hicieron con los rehenes.