LD (Agencias) El futuro primer ministro de la ANP trata de negociar con los terroristas de Hamas y la Yihad Islámica, un alto el fuego. Otro objetivo de la reunión es debatir la participación de esas organizaciones en el próximo Gobierno palestino. De momento, se desconoce quiénes serán los interlocutores de Abu Mazen, designado la semana pasada para ejercer el nuevo cargo de primer ministro de la ANP por su presidente, Yaser Arafat.
En medios palestinos se conjeturaba con que el primer ministro intentará persuadir a sus representantes a que se sumen a un alto al fuego que obligará a Israel a volver a la mesa de las negociaciones -interrumpidas desde hace 26 meses- con la esperanza de que por ese camino podrán conseguir la independencia con el respaldo de la comunidad internacional. En caso de no lograr el respaldo de las organizaciones islámicas, Abu Mazen tendría que afrontar la dificultosa tarea de sofocar el alzamiento que dura dos años y medio, y desarmar a las facciones palestinas que participan en la "Intifada de la mezquita de Al-aqsa".
El jefe del futuro Consejo de Ministros palestino, visto como un moderado, cuyo nombramiento fue recibido con beneplácito por EEUU, la Unión Europea (UE) e Israel, calificó públicamente de "error histórico" el levantamiento armado contra la ocupación, lo que le valió duras críticas y aun amenazas de la resistencia.
En medios palestinos se conjeturaba con que el primer ministro intentará persuadir a sus representantes a que se sumen a un alto al fuego que obligará a Israel a volver a la mesa de las negociaciones -interrumpidas desde hace 26 meses- con la esperanza de que por ese camino podrán conseguir la independencia con el respaldo de la comunidad internacional. En caso de no lograr el respaldo de las organizaciones islámicas, Abu Mazen tendría que afrontar la dificultosa tarea de sofocar el alzamiento que dura dos años y medio, y desarmar a las facciones palestinas que participan en la "Intifada de la mezquita de Al-aqsa".
El jefe del futuro Consejo de Ministros palestino, visto como un moderado, cuyo nombramiento fue recibido con beneplácito por EEUU, la Unión Europea (UE) e Israel, calificó públicamente de "error histórico" el levantamiento armado contra la ocupación, lo que le valió duras críticas y aun amenazas de la resistencia.