LD (EFE) Tras depositar su voto en un colegio electoral de Abú-Dis, en las afueras de Jerusalén Este, el primer ministro, Abú Ala, afirmó que el oficialista partido Al-Fatah "está listo para situarse detrás" de Hamas, si este grupo terrorista extremista vence en las elecciones legislativas que se celebran este miércoles. Dijo que "si gana Hamás, será el vencedor y nosotros nos pondremos detrás. Así es la democracia y nosotros aceptaremos el resultado de las elecciones. Espero que la minoría sepa aceptar las decisiones de la mayoría".
Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abú Mazen, votó en Ramala desde donde afirmó que se siente "feliz" por la celebración de los comicios legislativos tras las dificultades planteadas por Israel para que los palestinos pudieran sufragar en Jerusalén Este. El mandatario celebró que la jornada transcurre perfectamente "y espero que siga sí hasta el final".
Doce horas de votación
Los centros electorales palestinos en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este permanecerán abiertos este miércoles durante doce horas (de las siete de la mañana a las siete de la tarde) para que más de un millón de electores puedan elegir a los 132 miembros del Parlamento palestino. Once partidos concurren a los comicios, entre ellos Al-Fatah y los terroristas de Hamas.
La jornada electoral comenzó en un ambiente de tranquilidad, con temperaturas moderadas y el cielo prácticamente despejado. Delante de los centros electorales se concentraban observadores y agentes de partidos palestinos para seguir el desarrollo de las elecciones, mientras se registraba a primeras horas un goteo constante de votantes.
Al-Fatah viola la ley
En Jerusalén Este, la comisión de observadores internacionales han denunciado graves irregularidades alrededor de la principal oficina de correos donde debe votar la población. Los extranjeros explicaron que decenas de militantes del partido oficialista Al-Fatah que siguen haciendo campaña. Tocados con el típico pañuelo palestino, que llevó Yaser Arafat, los simpatizantes reparten panfletos a los votantes a pesar de que la Ley Electoral lo prohíbe explícitamente. Incluso es posible ver en sus proximidades una furgoneta electoral con carteles pegados en el exterior y banderas.
Además, la entrada de votantes a la oficina de correos se produce de forma descontrolada y ha generado forcejeos en la puerta, donde no hay ningún funcionario de la Comisión Electoral.