Buena noticia para esos bienpensantes -incluido nuestro presidente- que creen que los terroristas lo son por cuestiones económicas. Desde luego, uno de los grandes problemas de la progresía es que aún no se han enterado de la naturaleza del enemigo que nos acecha y la tragedia es que se enterarán un segundo después de que sus hijas sean vendidas en la plaza pública al mejor postor.