(Libertad Digital) Según informa la revista "Insight on the News", Nicolás Maduro y Juan Barreto, otros dos jefes de las milicias del partido MVR (los Círculos Bolivarianos), quienes realizaron un largo viaje a Trípoli en el año 2000, también estaban presentes para facilitar el ingreso de los libios que desembarcaban del vuelo 534 de Luftansa.
El alto nivel de seguridad ofrecido a los libios a su llegada al país fue con el fin de evitar nuevos incidentes como los que se produjeron en días anteriores tras la entrada de grupos iraquíes e iraníes. En cuanto se supo de la llegada de 20 iraníes al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar el 8 de enero, innumerables pasajeros enfurecidos comenzaron a golpear los sillones, a la vez que vociferaban “¡Fuera!, ¡Fuera!” en protesta por lo que muchos venezolanos consideran una interferencia extranjera en los asuntos internos de su país. El alboroto fue tal que una delegación tuvo que ser desviada hacia la rampa presidencial. Algunos de los iraníes, que actualmente están escondidos en un hotel caraqueño, ya han mostrado sus dudas sobre el cumplimiento de su misión de reactivar las instalaciones de PDVSA, la empresa petrolera estatal de Venezuela.
Los iraquíes, protegidos por la Secreta de Chávez, en el Sheraton
La información de "Insight on the news" remarca que, mientras tanto, los VIP iraquíes, que se desplazaban bajo la protección de la policía secreta de Chávez -DISIP- fueron detectados por las fuerzas militares cuando agentes del gobierno trataron de utilizar aviones de la fuerza aérea para transportar a cinco agentes de Saddam Hussein hacia el interior del país. Los pilotos militares solicitaron autorizaciones concretas antes de permitir que los iraquíes abordaran los aviones C-130.
Según "Insight on the news", fuentes militares también explican que el grupo de libios se encuentra en el Hotel Macuto Sheraton de La Guaira, compartiendo alojamiento con comandos cubanos que han estado realizando "operativos anti-huelga" en los puertos petroleros del país.
Los cubanos "anti-huelga"
Según el Capitán José Ballabes del sindicato de la Marina Mercante, los cubanos improvisaron campos flotantes de concentración a bordo de los tanqueros, amenazando a los oficiales y tripulación para obligarlos a mover sus buques fondeados. Cuando los venezolanos se resistieron, entonces utilizaron “métodos tales como impedimento del sueño, al igual se hace contra los disidentes políticos en Cuba”, según explicó Ballabes.
Las fuentes de la Marina Mercante en Venezuela identifican a dos de los agentes cubanos a bordo de los tanqueros como Arturo Escobar y Carlos Valdez, que fueron presentados como “asesores presidenciales” que operan junto con la DISIP. La organización de seguridad interna ahora está bajo el control de una célula de comando de oficiales del servicio secreto de inteligencia militar de Fidel Castro. Las fuentes venezolanas señalan que los operarios cubanos también dirigen un centro de control informatizado dentro del palacio presidencial de Miraflores. Es en este "cuarto de guerra" donde se han planificado las políticas de represión que ahora afligen al país, según confirmaron a la revista norteamericana oficiales al servicio de la armada.
Dos teorías: Embargo petrolero contra EEUU o ayuda a planes terroristas
La conexión entre la industria petrolera y los sistemas radicales del Estado también facilita los planes para un posible embargo petrolero contra los Estados Unidos en el caso de que se prolongue un asalto militar a Irak. Mientras que los expertos petroleros internacionales no consideran como probable ese escenario debido a que Venezuela desesperadamente necesita los ingresos por exportación, los líderes de la oposición temen que Chávez pudiera aprovecharse del inicio de una guerra en el Golfo para consolidar su dictadura con el apoyo de los agentes cubanos y árabes ya en infiltrados en el país.
El alto nivel de seguridad ofrecido a los libios a su llegada al país fue con el fin de evitar nuevos incidentes como los que se produjeron en días anteriores tras la entrada de grupos iraquíes e iraníes. En cuanto se supo de la llegada de 20 iraníes al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar el 8 de enero, innumerables pasajeros enfurecidos comenzaron a golpear los sillones, a la vez que vociferaban “¡Fuera!, ¡Fuera!” en protesta por lo que muchos venezolanos consideran una interferencia extranjera en los asuntos internos de su país. El alboroto fue tal que una delegación tuvo que ser desviada hacia la rampa presidencial. Algunos de los iraníes, que actualmente están escondidos en un hotel caraqueño, ya han mostrado sus dudas sobre el cumplimiento de su misión de reactivar las instalaciones de PDVSA, la empresa petrolera estatal de Venezuela.
Los iraquíes, protegidos por la Secreta de Chávez, en el Sheraton
La información de "Insight on the news" remarca que, mientras tanto, los VIP iraquíes, que se desplazaban bajo la protección de la policía secreta de Chávez -DISIP- fueron detectados por las fuerzas militares cuando agentes del gobierno trataron de utilizar aviones de la fuerza aérea para transportar a cinco agentes de Saddam Hussein hacia el interior del país. Los pilotos militares solicitaron autorizaciones concretas antes de permitir que los iraquíes abordaran los aviones C-130.
Según "Insight on the news", fuentes militares también explican que el grupo de libios se encuentra en el Hotel Macuto Sheraton de La Guaira, compartiendo alojamiento con comandos cubanos que han estado realizando "operativos anti-huelga" en los puertos petroleros del país.
Los cubanos "anti-huelga"
Según el Capitán José Ballabes del sindicato de la Marina Mercante, los cubanos improvisaron campos flotantes de concentración a bordo de los tanqueros, amenazando a los oficiales y tripulación para obligarlos a mover sus buques fondeados. Cuando los venezolanos se resistieron, entonces utilizaron “métodos tales como impedimento del sueño, al igual se hace contra los disidentes políticos en Cuba”, según explicó Ballabes.
Las fuentes de la Marina Mercante en Venezuela identifican a dos de los agentes cubanos a bordo de los tanqueros como Arturo Escobar y Carlos Valdez, que fueron presentados como “asesores presidenciales” que operan junto con la DISIP. La organización de seguridad interna ahora está bajo el control de una célula de comando de oficiales del servicio secreto de inteligencia militar de Fidel Castro. Las fuentes venezolanas señalan que los operarios cubanos también dirigen un centro de control informatizado dentro del palacio presidencial de Miraflores. Es en este "cuarto de guerra" donde se han planificado las políticas de represión que ahora afligen al país, según confirmaron a la revista norteamericana oficiales al servicio de la armada.
Dos teorías: Embargo petrolero contra EEUU o ayuda a planes terroristas
La conexión entre la industria petrolera y los sistemas radicales del Estado también facilita los planes para un posible embargo petrolero contra los Estados Unidos en el caso de que se prolongue un asalto militar a Irak. Mientras que los expertos petroleros internacionales no consideran como probable ese escenario debido a que Venezuela desesperadamente necesita los ingresos por exportación, los líderes de la oposición temen que Chávez pudiera aprovecharse del inicio de una guerra en el Golfo para consolidar su dictadura con el apoyo de los agentes cubanos y árabes ya en infiltrados en el país.