Este miércoles, el ministro de Defensa español, Pedro Morenés, defendió la venta de material militar a Venezuela y llegó a calificar a Hugo Chávez de "gran amigo" de España. Pues bien, parece ser que el bolivariano vuelve a fijarse en Rusia para adquirir armas de última generación.
Esta vez, Chávez quiere hacer de Venezuela una verdadera potencia militar de la región y ha expresado a Moscú su interés en comprar una flota de 35 cazas Sukhoi Su-35S, la principal aeronave de las Fuerzas Armadas de Rusia. Este modelo, presentado por primera vez en 2007, es un avión con tecnología de quinta generación con prestaciones que le permiten una operatividad de 6.000 horas o 30 años de operaciones, según la compañía aeronáutica rusa.
En un acto, obviamente transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión, señaló que se había puesto en contacto con Moscú para "evaluar la posibilidad de adquirir en los próximos años una flota de Sukhoi 35 para seguir modernizando y fortaleciendo el poderío militar defensivo de Venezuela".
Chávez mencionó que "nosotros no estamos aquí para agredir a nadie, no, es para defendernos de cualquier agresión... este es uno de los países sobre los cuales tiene el imperialismo sus ojos puestos, sus ojos malintencionados. (...) La seguridad, la defensa y el desarrollo del país deben ser una de nuestras preocupaciones fundamentales para garantizar nuestra recuperada independencia". De hecho fue más allá en sus acusaciones: "EEUU ya no tiene casi petróleo (...) quieren que se les regale todo, porque nos han robado desde hace mucho tiempo, han robado a medio mundo. Quieren ser dueños, pero aquí somos los dueños nosotros".
Venezuela cuenta con 24 aviones Sukhoi Su-30, considerados como los aviones de caza más modernos del mundo. Chávez señaló: "¿Quién se podía imaginar que nosotros íbamos a tener el caza mas moderno del mundo? Bueno, allí lo tenemos".
Cuando se anunció dicha venta en 2004, también adquirió de Rusia 100.000 fusiles Kalashnikov AK 103 y 53 helicópteros. De hecho, Venezuela es uno de los principales compradores latinoamericanos de armamento producido en Rusia, con casi 11.000 millones de dólares de adquisiciones en el último lustro según Rosoboronexport, la corporación estatal rusa para la exportación de armamento.