Qué no habrá visto el pobre Samaras, que se le desprende la retina.
Y al de Finanzas le da un mareo, con dolor abdominal severo, náuseas, sudores... ¿será que la situación es todavía peor de la que se esperaban?
Eso de que se desmaye un ministro de finanzas a los pocos dias de haber sido nombrado no da muy buen rollo respecto a las cuentas de Grecia.