Antes amigos y colaboradores muy cercanos, y hoy aparentemente menos amigos y algo más alejados que antes. Es lo que parece haber ocurrido en la relación entre el actual presidente Juan Manuel Santos y su predecesor Álvaro Uribe, pocas horas después del atentado del martes contra el exministro Fernando Londoño en Bogotá y que dejó dos muertos.
El expresidente señaló que "fue un atentado contra el pueblo colombiano, y la democracia. Esto implica muchas reflexiones: yo no creo que al país le convenga ablandar la seguridad por buscar la negociación con el terrorismo", en relación a ciertas presiones que habría recibido Santos por parte de su gobierno para sacar adelante el "marco jurídico para la paz" aprobado por el Legislativo para darle herramientas al presidente para futuros procesos de paz. Además, a través de su cuenta de Twitter, dijo que "Bogotá en sangre y el Gobierno clientelista presionando a la Cámara para aprobar la impunidad y elegibilidad de los delitos atroces".
No fueron palabras que gustaron al presidente Santos. Como respuesta, éste dijo que "en el Gobierno pasado teníamos de estos hechos casi que cada semana, pero siempre, siempre, recibimos el apoyo de toda la población colombiana, y siempre nos mantuvimos con el rumbo claro y sin cambiar un ápice de nuestros objetivos. Y así nos mantendremos". Esto a su vez generó una respuesta de Uribe vía la misma red social: "En nuestro Gobierno hubo actos terroristas, cada vez menos, la diferencia con el actual Gobierno es que nosotros no vacilamos en la determinación de derrotarlos".
Pero no fue el único que habló ya que el propio Fernando Londoño advirtió este jueves de que Colombia "se está yendo por los abismos". En un editorial para su programa "La hora de la verdad" de Radio Súper, que fue grabado en la clínica donde se encuentra ingresado, Londoño ha calificado de "brutal, grotesco e indecente" el atentado en su contra y agregó que "este país se está yendo por los abismos a los que llegó en 2002, estamos perdiendo Colombia, estamos perdiendo la patria por la acción de los violentos y por la inacción del Estado".