En Estados Unidos, José María Aznar volvió a ejercer de embajador de España con una agenda diplomática al más alto nivel. Aprovechando como percha la presentación en inglés del informe de FAES sobre América Latina, el expresidente se trasladó a Washington, donde participó en un acto organizado por The Heritage Foundation, el principal think tank conservador de Estados Unidos.
Previamente, también mantuvo una reunión en el Capitolio con la presidenta del Comité de Relaciones Internacionales del Congreso de Estados Unidos, Ileana Ros-Lehtinen, a la que también entregó el informe y presentado sus objetivos. Remató la faena asistiendo a una gala en la que compartió mantel con personalidades internacionales como el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
Durante el acto de presentación del informe, Aznar abogó porque España y Estados Unidos recobren la relación de confianza de años atrás, que quedó rota por culpa de José Luis Rodríguez Zapatero. Asimismo, añadió que "España, Estados Unidos y Latinoamérica tienen la oportunidad y la responsabilidad de trabajar juntos" y animó a recuperar el vínculo atlántico, entendido como relación trilateral basada en valores comunes y el deseo compartido de defender la libertad e impulsar la prosperidad, recoge FAES en una nota de prensa.
Aznar subrayó que el populismo es un problema en la región pero que "no tiene futuro". Frente a él, contrapuso el modelo de países que siguen "el camino del progreso, que pasa por reforzar la seguridad jurídica, fortalecer las instituciones y promover sociedades abiertas".
En paralelo, una delegación de FAES presentó durante esta semana el informe a los responsables de los principales institutos de pensamiento político de Washington, de diferente orientación ideológica, así como a altos funcionarios del Departamento de Estado y del Gobierno de Estados Unidos. Junto a Aznar estuvieron el secretario general, Javier Zarzalejos, y la directora del Área de Internacional, Cayetana Álvarez de Toledo.